Editorial

Editorial

Editorial

                            Se requiere reflexionar

Aun si a República Dominicana le regalan el petróleo, el galón de gasolina costaría casi ochenta pesos a causa de los impuestos y tasas aplicados a su importación, distribución y consumo, lo que indica que la reducción de costos de importación de los derivados no sería nunca proporcional a los precios internos.

Valdría entonces la pena indagar si los recursos obtenidos por esos altos gravámenes impactan favorablemente en la estabilidad macroeconómica, si inciden en el incremento de indicadores de desarrollo humano o si solo sirven para solventar un incontrolable endeudamiento.

El precio del barril de petróleo crudo ronda los 30 dólares, el más bajo en muchos años, lo que ha permitido al Banco Central aprovisionar un buen nivel de ahorro en divisas que se refleja también en una reducción del dilatado déficit cuenta corriente en la balanza de pagos.

La ciudadanía exige una baja mayor en los precios de los derivados del petróleo, mientras partidos de oposición anuncian que auspiciarán protestas para que también se reduzca el precio de la electricidad, pero sería aconsejable analizar siempre el conjunto de factores, antes que cualquiera en particular.

Las distribuidoras de electricidad registran pérdidas de un 30% en sus compra de energía eléctrica a empresas generadoras, por lo que se requiere ajustar acuerdos y cálculos que definen el precio del kilovatio hora, cuyo subsidio representa al Gobierno una erogación en promedio de mil 500 millones de dólares al año.

¿Qué ocurriría si el Congreso deroga los gravámenes vigentes sobre importación o consumo de los derivados del petróleo? Las consecuencias inmediatas serían un incremento en el consumo y una reducción en los ingresos fiscales y, por tanto, un incremento o estancamiento en el déficit fiscal.

¿No sería mejor que el Gobierno especializara ahorros por reducción del precio del petróleo para mejorar sustancialmente el sistema de transporte público de pasajeros urbano e interurbano, en vez de aumentar hasta lo inimaginable el número de vehículos que transitan solo con el conductor?

¿No sería más provechoso si como consecuencia de la baja en los precios del crudo, el Gobierno logra ahorrarse casi mil 500 millones de dólares al año para dedicarlos a obras de desarrollo que estimulen empleo, vivienda, salud y educación? Se requiere pensar, reflexionar.

El Nacional

Es la voz de los que no tienen voz y representa los intereses de aquellos que aportan y trabajan por edificar una gran nación