Editorial

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Cuentas y cuentos-

La notable reducción en el suministro de energía eléctrica no debería atribuirse a atrasos de la factura eléctrica del Gobierno a empresas generadoras porque hace poco se anunció con bombos y platillos un acuerdo para el pago programado de una deuda que sobrepasa los 800 millones de dólares.

Durante el fin de semana, la Distribuidora del Sur (Edesur) anunció una disminución de 462 megavatios en su área de concesión, lo que obligo a suprimir la mayoría de los circuitos 24 horas y a incrementar sus ya largas tandas de apagones.

La Distribuidora de Electricidad del Este (Edeeste) redujo su capacidad de suministro desde un 78% a un 58%, por lo que 38 de sus circuitos fueron sacados de servicio, lo que provocó extendidas interrupciones del servicio en Santo Domingo Este y las provincias de la región oriental.

Un conjunto de plantas generadoras han salido de servicio o disminuido sus aportes casi de manera simultánea, sin que se sepa si las causas obedecen a programados mantenimientos de esos equipos o a averías fortuitas.

La Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE) había anunciado un acuerdo de “reconocimiento de deuda” con las empresas privadas de generación eléctrica por un monto de 778 millones de dólares, lo que representa más del 90 por ciento de lo adeudado.

El vicepresidente de la CDEEE, Rubén Jiménez Bichara, dijo que después de ese acuerdo, la deuda con los generadores se redujo a unos cien millones de dólares, en razón de que el plazo de pago para el resto del endeudamiento se extendió a 59 meses a una tasa de un diez por ciento.

Es por eso que se confía en que la repentina salida de servicio o disminución de generación de las plantas Itabo I, II, AES Andrés y CESPM I, II y III, entre otras, han sido fortuitas o por programados mantenimientos, aunque siempre hay espacio para la sospecha.
Lo que debería explicarse mejor, es el argumento aquel de que al menos tres plantas generadoras de electricidad han salido de servicio a causa de las algas marinas que se aglomeran en la costa este. Esa es una excusa nueva y novedosa.

El Nacional

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