La educación a las escuelas, la religión a las iglesias”El objetivo 3 del Pacto Educativo que promueve los temas de formación de valores personales es una excelente oportunidad que tiene este gobierno para hacer lo que nunca se ha hecho: Incluir en el curriculo de educación pre-universitaria, la educación sexual y moral y cívica en sustitución de las clases de religión católica que se imparten en la actualidad.
La educación laica no cuestiona los fundamentos de las religiones, pero tampoco se basa en ellos, sino en los resultados del progreso de la ciencia, cuyas conclusiones no pueden ser presentadas sino como teorías que se cotejan con los hechos y los fenómenos que las confirman o refutan. Prescinde así, de pretensiones dogmáticas; no se trata de una educación atea o agnóstica, sino de una educación independiente o al margen de las religiones.
La gran mayoría de los Estados han tenido religión oficial en alguna etapa de su historia sin embargo la tendencia en los últimos 250 años es a la secularización, y en términos generales, la mayoría de las constituciones latinoamericanas presentan la educación estatal bajo este principio: “Educación Laica, Gratuita y Obligatoria”, enunciado típico de los movimientos liberales independentistas.
El sistema educativo dominicano debe orientarse a la formación de ciudadanos y ciudadanas capaces de apropiarse le los frutos del desarrollo científico-técnico, con un Currículo que responda a los estándares internacionales de calidad. ¿Hasta cuándo seguiremos escuchando absurdos sobre la creación del hombre, en lugar de enseñar sobre la teoría de la evolución de las especies?. Hostos abogó por una educación laica y se opuso radicalmente al tutelaje de la iglesia católica sobre el sistema de instrucción pública.
POR: Ernesto Guerrero