Después de analizar las últimas renuncias en ciertos litorales, donde el transfuguismo y las migraciones políticas han estado a la orden del día, siendo el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) quien lleva la mayor desventaja, decimos nuevamente que el candidato presidencial de la entidad morada, Abel Martínez, debe de pensar muy bien su continuidad dentro de este proceso, el cual, según observamos, le dan escasas posibilidades de triunfo.
Ya lo esbozábamos al inicio del pasado mes de abril, cuando en un artículo escrito para este mismo medio, bajo el título: Abel debe pensarlo, planteábamos precisamente eso, que el fogoso y dinámico dirigente debe sentarse a analizar la aguda situación por la que atraviesa su proyecto político de cara a obtener el triunfo y llevar su partido nuevamente al poder más alto de la nación.
A no ser que Abel esté pulseando dentro de la misma entidad a la que pertenece, apostando al natural desgaste por el que suelen atravesar los partidos luego de haber agotado dos periodos consecutivos, todo esto bajo la premisa de que el Partido Revolucionario Moderno (PRM) y su candidato, el Presidente Luis Abinader, logren retener el poder en el 24, a estas aspiraciones no le veo más salida que unas negociaciones, en donde bien pudieran estar presentes varios elementos que de seguro estamos, no caerán muy bien a lo interno de ciertos niveles dirigenciales del PLD.
Para nadie es un secreto que el expresidente Leonel Fernández está en un muy sólido segundo lugar, lo que en posibles negociaciones y tal como lo han afirmado otras voces, Leonel” no cederá un ápice en sus aspiraciones, pues, sus números no están tan malos como para bajarse de sus intenciones.