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El discurso nacionalista de cara al 24

El discurso nacionalista de cara al 24

RAFAEL SANTOS

El incierto y terrible panorama al que como nación estamos abocados, frente a nuestros vecinos haitianos, es verdaderamente preocupante. Para nadie es un secreto (y esto lo saben hasta los chinos de Bonao), de las diversas estrategias que contra nuestro país y desde tiempos inmemoriales han estado tejiendo algunas de las naciones más poderosas del llamado primer mundo

Esos privilegiados círculos del poder mundial, de manera hasta burda, nos tratan de imponer una realidad que nosotros ni somos responsable, ni mucho menos estamos dispuestos a cargar, aunque para ello tengamos que sacrificar nuestras vidas.

Ahora bien, es justo hacer algunas precisiones, las cuales considero bien pudieran ser de mucha importancia para el tema más importante que como dominicanos en estos momentos nos ocupa, como son: 1.- El “amagar y no dar” que con relación a una real y efectiva intervención esperan los débiles sectores progresista haitianos y 2.- La falta de un discurso más nacionalista de una gran mayoría de nuestros dirigentes y/o líderes políticos.

Ese fervor nacionalista solo se le ha observado esgrimir a dos de nuestros líderes, los cuales han reflejado una tendencia clara de cara a la defensa de la soberanía de la nación, poniendo de manifiesto el sentir de las grandes mayorías nacionales

Pues, ha sido el mismo Presidente Luis Abinader, quien ha venido desde su privilegiada posición en el primer puesto de la nación, a defender en los diversos Foros Internacionales la patria fundada por Juan Pablo Duarte, en donde en variadas ocasiones ha clamado para que los países con poderes económicos vengan en ayuda de la empobrecida nación.

El otro dirigente y/o líder político al que se le observa al igual que al Presidente Abinader una rabiosa defensa a favor de nuestro terruño, es al joven candidato presidencial del Partido de la Liberación Dominicana Abel Martínez Duran, al que hasta en la respiración se le observa su amor por la libertad y la democracia.

Sin embargo, los demás aspirantes a la presidencia, si bien es cierto que en ocasiones dicen algo o hacen algunas de esas escaramuzas políticas cuando frente a un medio de comunicación se encuentran, debo decir que no han mantenido una constancia en sus retóricas nacionalistas, ni mucho menos han mostrado un real interés por el tema, más que el que de manera tibia y hasta un poco superficial han tocado.