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El español dominicano y la patria

El español dominicano y la patria

Oscar López Reyes

El cuarto salto de la ascendencia del inglés ha estado pautado por el acrecentamiento de los deportes, el espectáculo, la moda, el cine, los documentales, las películas, la música, el turismo, la tecnología y las inversiones norteamericanas, en una secuencia que ha acentuado esa lengua como la segundo en el terruño criollo, así como una transculturación sin pausa.

La expansión de los vocablos anglosajones rada en las firmas comerciales y los productos de Estados Unidos, como las industrias manufactureras de las zonas francas; las exportaciones hacia su mercado; la automatización y transformación digital, la designación de nombres de esa nación y el empleo de anglicismos para impresionar.
En conjunto, los formados podemos estimarlos en más de medio millón, adicional a que “nativos digitales” aprenden por internet, la radio y la televisión, con equipos de audio y de videos.

En esa cubierta, un 8.6% de la población dominicana habla inglés (mucho o poco), conforme a la Encuesta Nacional de Hogares de Propósitos Múltiples (Enhogar 2018) de la Oficina Nacional de Estadística (ONE) (8), mayormente miembros de ese segmento socioeconómico alto de la zona urbana, y cuyas edades oscilan entre los 20 y 39 años.

En ese mismo tambo, la firma de investigación y educación English Preficiency Index (EF EPI) en su ranking mundial de 2022, en la clasificación del dominio del inglés, coloca a la República Dominicana en el punto 53, de un total de 111 países y regiones, situándose en un nivel medio mundial y en el 11 de 20 naciones de América Latina.

Esa repercusión superior ha estado desgastando la pureza del dialecto castellano o español dominicano.
En el intercambio conversacional entre el inglés y el dialecto dominicano, el primero ha estado ganando terreno, porque cada vez columbra un mayor el número de dominicanos que suplanta su léxico originario por el extranjero, en una manifestación de su escasa o ninguna valoración y aprecio por la modalidad lingüística peninsular y en un irrespeto a la Constitución de la República que, en su artículo 29, establece que “el idioma oficial de la República Dominicana es el español”.

Olímpicamente, se desprecia la Carta Magna cuando se ponen nombres ingleses a personas y a compañías particulares, lo que pronostica que, de seguir la actual tendencia, en varias décadas el español será irreconocible.
La Real Academia Española (RAE) ha emprendido una campaña dirigida a evitar el uso innecesario de los anglicismos, ha especificado que proliferan palabras en español con idéntico significado y que no se justifica emplear la acepción en inglés. se impone difundir con profusión y vehemencia el mandato/lema de la Academia Dominicana de la Lengua: “La lengua es la patria”.