El presidente Luis Abinader presentó disculpas a la población por los prolongados apagones causados por la salida de una de las dos unidades de la termoeléctrica Punta Catalina, que dijo volvería a operar desde ayer con aporte de 360 megavatios al sistema eléctrico nacional, aunque insuficientes para cubrir la demanda de hasta 4,000 megavatios.
Las interrupciones del fluido eléctrico, de hasta diez horas continuas, generó protestas en barrios y sectores residenciales del Gran Santo Domingo y en comunidades de provincia, lo que motivó que el mandatario inspeccionara personalmente las labores de reparación de esa unidad de generación eléctrica.
Se resalta la comprensión presidencial ante la irritación ciudadana por la intempestiva crisis en el suministro de energía, con la fatídica combinación de pronunciado aumento en la demanda del servicio y pérdidas de 600 megavatios con la salida también de plantas generadoras de los parques Itabo y Los Mina.
Es posible que a partir de hoy se reduzcan los apagones por la reactivación de Punta Catalina, pero ese es un problema pendular que se cierne como espada sobre el cuello de la población sin importar los anuncios de aumento en la generación eléctrica, por aquello de que el mal no está en la sabana.
El Gobierno reitera promesa de que para 2029 el parque de generación eléctrica será suficiente para abastecer la demanda y de que sobraría un 15 % en la oferta en calidad de reservas frias para suplir los aportes de alguna planta que salga de servicio por avería o mantenimiento.
Lo que no parece con remedio a la vista es el déficit del sector eléctrico que a inicio de 2025 promediaba alrededor de US$1,500 millones anuales, equivalentes a unos 97 mil millones de pesos, agravado por pérdidas operativas de las empresas distribuidoras (la Ede) (36 %) y deuda acumulada al sector generador (US$121.1 millones).
El monto anual acumulado de las transferencias desde el Gobierno al subsector eléctrico durante los últimos 15 años, serviría para afrontar y resolver temas acuciantes relacionados en el propio sector eléctrico, salud, vivienda e infraestructura vial, pero ningún gobierno ha querido o ha podido tomar el toro por los cuernos.
El presidente Abinader tendrá que reiterar muchas disculpas a la población por nuevas tantas de apagones causadas por una razón u otra, pero dentro del mismo círculo vicioso de déficit y pérdidas operacionales en el sistema de generación y distribución eléctrica, a menos que se decida a hacer lo que se tiene que hacer.