Editorial

El no rotundo

El no rotundo

El director general de Presupuesto, Luis Reyes, declaró que el Gobierno no puede disponer de un aumento salarial a la Policía ni a otros sectores de la Administración Pública porque incrementaría el déficit fiscal, cuyo control definió como uno de los pilares de la actual administración.

Aun así, el funcionario considera que el sueldo mínimo de un policía debería ser el equivalente de 500 dólares, que al tipo de cambio tasa actual sería de 22,500 pesos, que es el promedio que se paga en Centroamérica.

Aunque basada en justificación creíble, esa negativa resulta desoladora, más aún porque el propio titular de Presupuesto admite que “no es posible pensar que nosotros con salario de 5,800 pesos vamos a tener una Policía que por lo menos satisfaga las expectativas que estamos viendo que tiene la sociedad dominicana”.

¿En cuánto incrementaría el déficit fiscal, si se dispone de ese aumento salarial? ¿Qué resulta peor: el aumento del déficit o continuar con el absurdo de un sueldo cuatro veces menor que el promedio en la región?
Un no rotundo, ni remedio ni solución a un problema tan serio que envuelve el tema cardinal de una seguridad ciudadana en franco deterioro, por lo que se requiere que el Gobierno ofrezca una respuesta que al menos no lapide la esperanza de alcanzar ese justo anhelo.

La tarea del director de Presupuesto y demás técnicos oficiales debería ser la de localizar fuentes de sustento de ese aumento salarial a los policías, en cuya búsqueda sería necesario abrir compuertas de fiscalidad, porque la sociedad tiene el compromiso de financiar su propia seguridad.

No sería sensato que un asunto tan serio, como el de proveer al policía de un salario mínimamente digno, sea despedazado por caníbales políticos, porque lo que se requiere es un abordaje con seriedad, sensibilidad y deseo de solución tan pronto como sea posible.

El no rotundo pronunciado por el Gobierno es tan inaceptable como la dosis letal de demagogia que se pretende suministrar desde litorales políticos de oposición. Lo que se requiere es que se localice la fuente de sustento de un justo, urgente y merecido aumento salarial al policía.

El Nacional

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