Usted va a una conferencia, y la gente, en vez de escuchar lo que dicen, está conectada al celular. Lo mismo sucede en las premiaciones, los eventos deportivos, sociales y hasta religiosos. (En misas he visto a gente chateando y en velatorios haciéndose selfi con el muerto). Pero, también los letales celulares hacen de las suyas en nuestro terreno.
Programas de radio, que cuando un compañero está hablando, los demás están entretenidos, leyendo en los celulares, como si estuvieran buscando un tema del cual hablar.
Se olvidan de que los principales programas interactivos de la radio , ya están en las redes y en la televisión. Y se limpian la nariz, o hacen señas burlescas, olvidando de que están en la televisión, el medio más peligroso y traicionero, porque resume todo lo que los demás tienen: ”Imagen, palabras, movimiento y el “en vivo”.
Hay gente que está en los periódicos, pero que no sabe estar en la radio y la televisión, pues son medios diferentes que ahora aglutina las plataformas digitales que lo resumen todo. Se dice que son tendencias y actitudes modernas, con las cuales uno tiene que lidiar y accionar en este mundo cambiante. Si, pero sin dejarse inficionar del descaro, la insolencia y el mal gusto y la maledicencia.
Me enorgullece pertenecer a una camada que, en sus inicios, estudiando comunicación, en los 60’s, tuvo como profesores a Don Rafael Herrera, Mario Alvarez (Cuchiito), Virgilio Alcántara, Nelly Biaggi, Manuel del Cabral, y como condiscípulos al actual director del periódico Hoy, Bienvenido Alvarez Vega, y al escritor Victor Grimaldi.
Por Joseph Cáceres
josephcaceres.net