Al referirse al caso del suicidio de un contratista, víctima de extorsión por empleados de la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (Oisoe), el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez ha sugerido al Gobierno dar “unos cuantos sablazos”.
Más claramente, el prelado aconseja “Poner la casa en orden” ante denuncias sobre irregularidades en esa dependencia, al señalar que “donde estén los problemas hay que ventilarlos y proceder contra los responsables”.
Posiblemente, a lo que se refiere López Rodríguez es a la necesidad de que el Gobierno exprese claramente su voluntad de combatir y sancionar toda forma de prevaricación o cohecho en cualquier dependencia del Gobierno.
Es por eso que la expresión “dar unos cuantos sablazos”, debe vincularse al reclamo de que los responsables de cualquier infracción sean traducidos a la justicia para que sufran el flagelo de la ley.
Nuevos mercados
Aunque se desconoce si el Gobierno de Haití notificó a la Cancillería dominicana su decisión de prohibir el ingreso por la frontera terrestre de 23 productos, ya la medida ha sido puesta en vigencia en el paso fronterizo de Dajabón.
Agentes aduanales enviados desde Puerto Príncipe incautaron todo tipo de productos incluidos en la fatídica lista que intentaron ingresar propios haitianos por el cruce fronterizo de Juana Méndez, por lo que se entiende que la medida se aplica oficialmente desde el jueves.
Ese debería ser un motivo decisivo para que República Dominicana inicie desde mañana una ofensiva de promoción de exportaciones hacia Centroamérica y el Caribe, a los fines de colocar en esos destinos los productos cuyo ingreso al mercado haitiano han sido vedados.
Puede decirse que República Dominicana ha recuperado su autoridad moral en la comunidad internacional inundada por el descrédito promovido por el Gobierno haitiano, por lo que también a la nación le sobran condiciones para superar esta nueva agresión.