La Embajada de Estados Unidos en el país no respondió hoy a la denuncia del presidente de la Junta Central Electoral (JCE), Roberto Rosario, de que habría recibido presiones del embajador James Brewster, que incluía el retiro de su visa de entrada al país norteamericano. El Nacional trató de conseguir una respuesta de la legación diplomática, pero hasta este mediodía la sección de prensa no había respondido a una pregunta que se le hizo sobre el particular.
Rosario declaró ayer que la junta Central Electoral ha recibido presiones de parte del embajador Brewster.
Sin embargo manifestó que nunca ha dejado de tomar una decisión por presiones y que, por el contrario, cuando siente esas presiones suele ser más rígido en sus posiciones.
Sostuvo que, no obstante, esa situación con el embajador y la Embajada de los Estados Unidos ya fue superada. “Fue la debilidad institucional de la Junta la que dio lugar a que con frecuencia delegaciones diplomáticas se creyeran con más autoridad que el órgano electoral”, declaró Rosario.
Apuntó que “era el órgano electoral que para dar un boletín no lo daba si previamente no venía el embajador de Estados Unidos o si previamente no venía un dignatario de la Iglesia Católica o los empresarios, por eso yo no lo culpo. Pienso que nosotros, como institución, hemos dado lugar a eso, pero ahora estamos ya en un momento donde la institución ha crecido”, declaró Rosario.
Ante la insistencia de los periodistas, Rosario dijo que se trata de una situación ya superada que se daba en el pasado, pero que todo ya ha sido puesto bien en claro.
Aseguró que la Junta se ha fortalecido y está po niendo en regla las cosas, al punto de que para dar un boletín no necesita que le acompañe nadie para supervisar. “Necesitamos que nos acompañen para cooperar, pero que entiendan que aquí hay autonomía, que el órgano funciona con autonomía, abierto, pero que cumple con la ley”, enfatizó.
Dijo que Estados Unidos no debería tener temor ni aprensión, porque hasta donde sabe esa nación no tiene candidato ni partido preferido y que solo le interesa que el Estado haga bien las cosas.
“Si les preocupa algo yo les pediría que digan de manera sincera y clara que les preocupa, que nosotros tenemos intenciones de aclararles”, agregó.
Sostuvo que esa práctica de intervención fue provocada por el propio Estado, y por eso no culpa al embajador Brewster.

