Hay varias razones por las que las personas emigran de sus países. Unos parten para escapar de zonas de conflicto, una de las causas más antiguas y comunes. Factores ambientales manifestados en tormentas repentinas, inundaciones, tsunamis y otros desastres naturales que obligan a huir y buscar lugares más seguros.
Escapar de la pobreza, procurar un mejor nivel de vida, acceder a una educación superior, por amor a alguien distante, los atractivos que ofrecen otras sociedades, en fin, la búsqueda de un cambio de vida. Estos son motivos que impulsan a la gente a moverse de un lado a otro.
No faltan quienes lo hacen de manera circunstancial, por motivos de salud, y hasta para estar más cerca de un ser querido, de la naturaleza o la seguridad que pueden encontrar en otras ciudades.
Acaso hay algo de espejismo en todo esto, lo cual es el riesgo de partir apresuradamente. Sin que se deba descartar la posibilidad de encontrar inconformidad en personas que necesiten, en realidad, cambiar su estilo y actitud en vez de mudarse de un lugar a otro. Este es, sin embargo, un aspecto particular que nos distrae del panorama global revelador de importantes datos sobre la migración en diferentes países y regiones.
Tres de cada cinco migrantes se encuentran en algún país que forma parte de las regiones desarrolladas del mundo. Europa y Asia son los principales continentes receptores de la migración internacional, seguidos por la región de América del Norte.
África, América Latina y Oceanía son las regiones con menos recepción de inmigrantes.
Con mayores volúmenes de población migrante, destaca Estados Unidos. que supera a todos los demás. Esto representan 14.5% de su población total.
Llama la atención los casos de Emiratos Árabes Unidos, Kuwait y Jordania, donde la población nacida en otro país representa 88.4, 73.6 y 41.0% de su población total, respectivamente.
Es decir, se trata de países donde al menos dos de cada cinco personas nacieron fuera de su territorio. Es posible que ese fenómeno se deba a las políticas de trabajo temporal implementadas por estos países árabes, que han atraído un importante número de trabajadores extranjeros.