Todas las encuestas – incluyendo las maquilladas – revelan que la mayoría de la población parece consciente de cuáles son sus principales necesidades y falencias, en términos individuales y en perspectivas de colectivo social o comunidad.
Pero hay un hecho notable en esta materia. Supuestamente, los llamados sondeos de opinión pública se hacen para conocer cuál es el estado de situación del país considerando la visión y percepción de los ciudadanos. Desde el punto de vista de la responsabilidad del gobernante ese sondeo no debería tener otro objetivo que no fuera el de orientar sus políticas públicas y tomar iniciativas para superar las fuentes de malestares sociales.
No significa que los gobernantes dependerán de la opinión pública, a veces poco razonada y fundamentada, sobre todo en cuanto a proyectos y políticas complejas y de elevados costos, pero tampoco quiere decir que la opinión de la gente deba ser olímpicamente ignorada por quienes la gobiernan y dicen representarla. Lamentablemente, eso es lo que sucede en nuestro país.
Las opiniones sondeadas en el seno de la población sobre la corrupción y la impunidad, la inseguridad en las calles, la inmigración sin control de haitianos y la crisis del sector salud, recogidas en cuantas encuestas se han hecho en el país nunca han merecido la consideración que merecen del Gobierno.
Fue el griterío – no la opinión hablada a un encuestador – en la Lincoln y la Marcha Verde en las calles las que movieron un poco al Gobierno para algo en materia de educación y una pantomima contra Odebrecht.
Lo que realmente importa al Gobierno y a las elites vinculadas a los medios de prensa que controlan las encuestas publicadas por impresos, radio y televisión es la opinión político electoral de los votantes, ¡más nada!.
La opinión política electoral para otear posibilidades de reelección y manejar adversarios externos e internos.
Pero hay otros misterios. La misma gente que opina que este país está tocando fondo y que el futuro pinta feo, es la que – según los “sondeadores” – apoya en más de un 60% a quien dirige ese estado de cosas !Explíquenme!
Por: Antonio Almonte
aalmonte@hotmail.com
