
Controles Algunas federaciones como la FIFA, World Athletics y el COI han emitido guías internas sobre hábitos nocivos, incluyendo vapes y narguiles, como parte de sus programas de salud integral. El Comité Olímpico de EE. UU. prohíbe el uso de tabaco y productos de nicotina durante concentraciones.
En los últimos años ha sido muy notorio ver a diversos atletas inhalando vapes, cigarrillos electrónicos y hookahs, ignorando las consecuencias que esto trae a sus carreras de deportistas, así como a sus vidas.
A raíz de lo que está sucediendo, la Federación Dominicana de Medicina del Deporte, dirigida por el doctor Milton Pinedo, ha comenzado a levantar una voz de alerta para prevenir que ocurran hechos lamentables por el uso de estos artefactos.
“El consumo de hookahs y vapes en atletas de alto rendimiento representa un riesgo significativo para la salud respiratoria, cardiovascular y el rendimiento general”, señala el doctor Pinedo.
Otra situación que se está previendo son los resultados negativos en las pruebas de dopaje, los cuales pudieran llegar a causa de las sustancias que se utilizan con dichos artefactos, tal como lo explica la doctora Laura Anabel Pinedo, presidenta de la Agencia Nacional Antidopaje de República Dominicana.
“El consumo de las sustancias que contienen los vapes, hookahs y cigarrillos electrónicos puede desencadenar resultados adversos en controles antidopaje debido a contaminantes o sustancias mal etiquetadas”, indica la doctora Pinedo.
Lo más alarmante es que algunos de estos atletas vienen utilizando dichos artefactos desde la adolescencia, siendo un riesgo mayor por su uso abusivo desde temprana edad lo cual pudiera tener sus consecuencias a futuro.
Al igual como se hizo con el uso del tabaco, alcohol y drogas alucinógenas y de alteración del metabolismo, los expertos en medicina deportiva recomiendan que es necesario agendar estos temas en los programas educativos de prevención médica.

“Es urgente incorporar estos temas en los programas de educación antidopaje, salud deportiva y cultura atlética, con base en evidencia científica y bajo la guía de políticas preventivas integrales”, sugieren los doctores Pinedo, quienes fueron abordados por El Nacional sobre la situación.
Varios estudios indican que el uso de estos artefactos reduce la capacidad de oxigenación del cuerpo, lo cual es importante para la resistencia aeróbica.
Los informes señalan que las hookahs alteran el sistema cardiovascular (aumento de la presión arterial y ritmo cardiaco), de igual forma inflaman los pulmones por la inhalación de humo que contiene alquitrán, metales pesados y compuestos volátiles que dañan la mucosa bronquial y alveolar.
Las situaciones mencionadas anteriormente afectan los procesos de recuperación celular post entrenamientos o competencias.
Los vapes, pese a no generar combustión, vaporizan líquidos que pueden contener nicotina, propilenglicol, glicerina y compuestos aromáticos, muchos con potencial tóxico, además reducen la elasticidad pulmonar, lo que desencadena tos dificultad respiratoria y reducción del rendimiento anaeróbico.
Las pruebas muestran que incluso el vapeo sin nicotina afecta la función vascular, comprometiendo la circulación muscular y cerebral, lo cual impacta negativamente la reparación muscular y el rendimiento sostenido.

La hookah y el vapeo pueden contener o estar contaminados con sustancias prohibidas como la nicotina, la cual está siendo monitoreada por la WADA desde el 2012, a raíz de su potencial de mejora del rendimiento (estimulación, reducción del apetito y fatiga).
Algunos líquidos para vapes han sido encontrados contaminados con marihuana (THC o CBD), así como por sibutramina, yohimbina o metanfetaminas.