Opinión Carta de los Lectores

Especulación y navidad

Especulación y navidad

Manuel Hernández Villeta

Para hacer frente a la temporada navideña, en lo que se refiere a los problemas de producción, distribución y venta de alimentos, debe haber un entendimiento entre el gobierno y los empresarios.
Ya se dio un encuentro en el Palacio Nacional donde gobierno y empresarios dieron seguridades de que no habrá problemas en la distribución de comestibles en la etapa final del año. Se calló lo más importante, los precios de los productos.

El agiotismo y la especulación deben ser combatidos sin cuartel, y los empresarios deben de ser lo más interesados en que se haga frente a cualquier maniobra dolosa.

Si se garantiza la producción y venta de los alimentos, también se debe agregar que no serán aumentados sin justificación, y dejarlos en su valor real. Desde hace tiempo aquí se tenía que hacer una valoración de los costos de producción.

El sector empresarial en pocas ocasiones ofrece cuales son sus costos de producción, lo que da pie, en algunos casos, de poner los precios de los comestibles, y artículos esenciales, en precios dictados de forma antojadiza.

Hay comerciantes y empresarios serios y responsables, que venden sus productos de acuerdo a su costo de producción, sin caer en el atropello de aumentar los precios en una línea especuladora y agiotista.
Hoy hay un intercambio comercial de libre mercado, donde es la competencia que fija los precios. Pero, aún y de esa forma, tiene que darse una competencia que no perjudique a los consumidores.

La situación del país en lo que se refiere a la economía popular es débil. Se carece de instituciones fuertes y decisivas que se encarguen de proteger a los consumidores. Que impidan la publicidad engañosa, que se eviten los timos disfrazados de ofertas.

Los más interesados en nivelar y dar claridad en el mercado tienen que ser los empresarios, los que hacen un comercio de acuerdo a los reglamentos y las costumbres, y los cuales nunca burlarían al pueblo, ni lo colocarían en situación difícil con el suministro de sus alimentos.

La etapa navideña es de reflexión, para tomar medidas en torno a los niveles del mercado. Por lo pronto se da garantía de que habrá buena producción de alimentos y una atinada distribución. Queda ahora trabajar en los precios de venta.

Con un acuerdo de respetar al consumidor es posible que se llegue a entendimientos entre el gobierno y el empresariado, y que salga una fórmula que permita a los dominicanos tener una navidad feliz, sin especulación y agiotismo.

Por: Manuel Hernández Villeta

El Nacional

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