El Espíritu de la Navidad es ese sentimiento que llena nuestros corazones cuando junto a nuestros seres queridos celebramos el nacimiento de Jesús y ejercitamos los afectos, el amor y la esperanza. El nacimiento de nuestro salvador y redentor fué el acontecimiento histórico y espiritual más trascendente de la humanidad que dividió nuestra historia en un antes y un después trayendo luz y verdad a la raza humana.

Es la mejor fecha de nuestro calendario propicia para reflexionar sobre nuestras acciones y como podemos mejorarnos como seres humanos ejercitando la solidaridad, el servicio al prójimo y como ser mejores ciudadanos.

Dejemos que el amor sea nuestra fuerza interior que nos impulse a perdonar y transformar nuestro entorno y a quienes nos rodean. Es momento propicio de mirar hacia delante con fe y optimismo y así como el nacimiento de Jesús inició el nuevo Testamento renovando lo viejo así proponernos a renovar nuestras energías, nuestras metas dando paso a lo positivo, al esfuerzo, al sacrificio, al perdón, al amor y a la justicia.

En esta navidad aprovechemos para comenzar a darle más valor a esas pequeñas cosas que damos por sentadas y que pasan desapercibidas, a los detalles, porque Dios está en los detalles, comenzando a darle más importancia mas a las personas que a las cosas, sobre todo a hacer el bien para que celebremos todos la dicha de sentir la presencia de Dios naciendo en nuestros corazones.

Este año se siente un espíritu de la Navidad renovado, con señales de cambios reales en muchos aspectos de nuestra sociedad, de las instituciones y del país.

La aspiración del pueblo de tener un liderazgo transparente y moralmente superior parece haber encontrado un nuevo norte en la conciencia de nuestros anhelos.

Avanzamos por el buen camino con energías y la Fe renovada, lo mejor está por venir, sentimos el espíritu de la Navidad en el alma nacional!!

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