La impaciencia del existir
Somos nuestra prisa. Donde fluyen las gentes, nuestro prójimo cuando cree en lo que nosotros creemos, que siempre lo hacen como un río crecido.
Somos nuestra prisa. Donde fluyen las gentes, nuestro prójimo cuando cree en lo que nosotros creemos, que siempre lo hacen como un río crecido.
No creo que exista un estado más significativo en la Tierra que no tener tiempo, sino cuando se siente que ya no hay tiempo.