
Luis José Germán aborda esta problemática en el montaje “Votemos”, que invita a tener empatía con las personas afectadas
Ricardo es un profesor universitario al que le encanta que las cosas se hagan bien. Cómo muchos educadores de su perfil trata de ser correcto, valora mucho los jóvenes, pero eso no le quita que como cualquier humano tenga sus propios traumas.
Luis José German es Ricardo en el montaje «Votemos», que sube a escena esta noche y permanecerá hasta el 7 de julio a las 8:30 en la sala Máximo Avilés Blonda del Palacio de Bellas Artes, con un hermoso mensaje que invita a tener empatía con los problemas de salud mental.
La producción busca transmitir consciencia por medio de la risa y es la segunda de la Compañía de Teatro Niní Germán, que trata este tema.
“Nos enfocamos en buscar piezas que aborden problemas cotidianos, ya sean de parejas o conflictos entre amigos, pero definitivamente la salud mental y sus enfermedades son de los temas que más abandono presentan desde el Estado hasta la manera en cómo nos educamos para abordarla”, afirma Luis José Germán, quien dirige y la compañía junto a la también actriz Luly Rocha.
“Nos falta apoyo y soporte en el sector salud, capacitación y centros de atenciones. Como sociedad, concientizar y educar para ser más empáticos”, agrega.
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Explica que como productores independientes siempre estarán con toda la disposición de que se asimilen las buenas costumbres y comportamientos a través del arte.
El montaje en el que participan además Adalgisa Pantaleón, Luly Rocha, Pamela Sued, Héctor Aníbal, José Guillermo Cortines, David Maler y Erlyn Saúl, bajo la dirección de Manuel Chapuseaux, cuenta de un inquilino con problemas mentales que provoca un debate entre los vecinos, de si debe ser aceptado o no el un consorcio.
¿Si esto fuera real y te pasara, aceptarías a ese vecino y convivirías con él? –le preguntamos- “Es una enfermedad como cualquier otra, que con sus tratamientos adecuados las personas pueden llevar una vida normal”, dice.
“Quizás muchos de nosotros vivimos entre ellos y ni siquiera lo sabemos. Claro que sí conviviría con una persona aquejada”.