El año escolar se inicia hoy con la convocatoria a clases de 2.8 millones de estudiantes de escuelas públicas y colegios privados, lo que literalmente representa el futuro de una sociedad que le urge mejorar su sistema educativo para poder superar el subdesarrollo.
Son promisorias las expectativas para este periodo de educación básica, porque se estrenan 26 mil nuevas aulas y más de un millón de alumnos han sido incorporados al sistema de tanda extendida, con desayuno, merienda y almuerzo incluidos.
Los estándares de la calidad de la enseñanza se mantienen por debajo de la media de América Latina, pero esta vez, tanto la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), como el ministerio de entrenamiento de Educación han prometido aunar esfuerzos para impulsar programas de entrenamiento docente.
Otro aspecto positivo en relación con nuevo año lectivo se refiere a la prevista disminución de la deserción escolar, lo que se atribuye a la tanda extendida, distribución de útiles escolares y del desayuno escolar en todos los planteles, lo que además permite a madres, padres y tutores, liberar tiempo para ingresar al mercado laboral.
Los colegios privados se mantienen como gran aportador al desarrollo de la educación básica al acoger en sus aulas unos 600 mil alumnos, lo que representa casi el 25 por ciento de la matrícula total.
A la comunidad educativa se le asigna la enorme responsabilidad de garantizar adecuada educación a una masa de casi tres millones de estudiantes, que literalmente representa el futuro de la República, por lo que además tiene la obligación de velar por su sanidad mental, en las aulas y en el seno familiar.
El gremio magisterial debería olvidarse para siempre de acometer huelgas o paros docentes, así como celebrar reuniones, asambleas o congresos en horas de clase, bajo el criterio de que los estudiantes no pueden ni deben perder un solo minuto de docencia.
Autoridades, Asociación de Profesores, padres y tutores están compelidos a aunar esfuerzos para que el año escolar que se inicia hoy se corone como el mejor y sirva, además, como faro y guía en camino a la conquista de la excelencia educativa, la que de verdad abre la anhelada puerta del desarrollo.