Editorial

¡Feliz Año Nuevo!

¡Feliz Año Nuevo!

Los dominicanos despiden esta noche un 2014 que acarreó no pocas penurias y angustias, aunque también cargó buenas nuevas, por lo que puede decirse que en términos económicos y sociales no fue del todo un mal año.

El 2015 viene atibado de cargas iguales de esperanza y mortificación porque recibe de su antecesor una macroeconomía en rieles de crecimiento y estabilidad, a la par con ineludibles metas y retos, de cuyo cabal cumplimiento depende la consolidación o deterioro de la misma gobernabilidad social.

No basta con el empleo de cubetas para extraer el torrente de problemas que anega a la nave nacional. Se requiere que en el nuevo año, Gobierno y sociedad direccionen sus esfuerzos en cerrar todos los boquetes de la crisis.

Se agradece al año viejo el cumplimiento cabal del 4% para la educación, la voluntad oficial de democratizar el crédito en beneficio de grupos de productores agropecuarios, agroindustriales y de servicio, como también la observancia de las metas de reducción del déficit fiscal.

Como mala herencia, 2015 recibe el compromiso de lograr un anhelado pacto entre Gobierno y generadores de electricidad que libere al Presupuesto nacional de la obligación de transferir más de dos mil 500 millones de dólares al saco roto del déficit del subsector eléctrico.

Aunque 2014 no pudo con la crisis del sector salud, ni logró advenimiento entre sindicatos y empleadores, además de agravarse la crisis del transporte, la delincuencia y criminalidad, pasará esta noche a su sucesor una economía relativamente saludable.

La familia dominicana esta compelida a recibir 2015 con sobrado optimismo y férrea determinación de lograr ansiadas metas, porque sabido es que nada se logra sin esfuerzo, dedicación y entusiasmo.

El Nacional aprovecha la ocasión para felicitar calurosamente a sus apreciados lectores, anunciantes y a todo el pueblo dominicano, con fervientes deseos de paz, progreso, armonía, seguridad y unidad. ¡Feliz Año Nuevo a todos!

El Nacional

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