El pasado domingo 8 de abril celebramos la Fiesta de la Divina Misericordia, fiesta litúrgica promovida por la Iglesia católica y que es celebrada el segundo domingo de Pascua cuya devoción se basa en la misericordia de Dios para perdonar nuestros pecados.
Esta devoción fue inspirada gracias a las revelaciones del diario de una frágil y abnegada monja polaca, hoy santa Faustina Kowalska, conocida como la Apóstol de la Misericordia a quien Jesucristo se le aparecía y cuyas conversaciones llenas de mensajes de amor, dirección y paz para la humanidad fueron recogidas en varios cuadernos a especie de diario a petición del mismo Jesus y su confesor el beato Michal Sopocko.
Luego de muchos años de escepticismo oficial, esta devoción recibió un gran impulso del Papa Juan Pablo II, quien proclamó la fiesta de la Divina Misericordia a celebrarse cada segundo domingo de Pascua, cuando canonizó a santa Faustina el 30 de abril del año 2000.
Cabe señalar que los mensajes y revelaciones plasmados en su diario presentan una fluidez impresionante sin faltas ortográficas a pesar de la poca instrucción académica que tenia santa Faustina lo que muestra una inspiración superior. Con esta fiesta la Iglesia invita a celebrar y ofrece una indulgencia plenaria para hacer que los fieles vivan con intensa piedad esta celebración para así recibir con más abundancia el don de la consolación del Espíritu Santo y cultiven así una creciente caridad hacia Dios y hacia el prójimo, y al ser perdonados por Dios ellos a su vez perdonen generosamente a sus hermanos.
La imagen que simboliza la Divina Misericordia le fue revelada por el mismo Jesus a santa Faustina a quien le solicito que fuera pintada y plasmada tal como ella la había visto luego de explicarle su significado que muestra a Jesus levantando su mano derecha en señal de bendición, y apuntando con su mano izquierda sobre su pecho de donde fluyen dos rayos: uno rojo que simboliza la sangre que es vida de las almas y otro blanco que simboliza el agua que justifica a las almas. En las revelaciones del diario Jesus le da suma importancia a su segunda venida donde promete regresar en gloria a juzgar al mundo en el amor.
En nuestro país tenemos la Comunidad Fuente de Misericordia desde el 1998 que tiene como carisma fundacional la intercesión y la adoración perpetua del Santísimo Sacramento, la difusión de la devoción a la Divina Misericordia gratuitamente y el ejercicio de las Obras de Misericordia y cuya cede es la La Casita de la Misericordia, en Manoguayabo, que es una especie de santuario donde peregrinan anualmente miles personas buscando amor, paz y esperanza y en la cual tuvimos el privilegio de servir. La Fiesta de la Misericordia, es la fiesta del corazón de Jesus que se conmueve por nosotros.