El Tercer Juzgado de la Instrucción del Distrito Nacional aplazó para el 15 de junio la audiencia preliminar contra una supuesta banda delincuencial integrada por agentes de la Policía que operaba en Baní , acusada de asesinar a un taxista y un mecánico en diciembre de 2016.
La jueza Yanibet Rivas reenvió la audiencia a los fines de que las partes puedan presentar al tribunal sus escritos de defensa.
Los encartados son los policías Robinson Antonio Ovalle Geraldino, Alejandro Bidó Encarnación y Jesús Vásquez, a quienes se les atribuye la muerte del taxista Rubén Darío Díaz Pimentel y el mecánico Tirson Antonio Báez Mejía.
También Fanny Mercedes Mejía y Samuel Herrera Peguero.
La Suprema Corte de Justicia ordenó la declinatoria de ese caso, que se había iniciado en Baní, acogiendo una solicitud de la defensa de los imputados que había pedido al alto tribunal que ordenara que el juicio se realizara fuera de la provincia Peravia por asunto de seguridad.
Uno de los alegatos de los acusados era que su integridad física corría peligro por la gran cantidad de personas que acudían al proceso y la actitud hacia ellos.
En la instancia de solicitud de declinatoria, los abogados de los imputados (recluidos en la cárcel de Operaciones Especiales de la Policía), alegaron que hicieron la petición en virtud de la presión y amenaza ejercida por las autoridades de Baní, principalmente por el senador Winston Guerrero.
El hecho ocurrió en la carretera Bani-Sombrero, cuando más de veinte miembros de un equipo élite de la Dirección Central de Investigaciones Criminales (Dicrím), daban seguimiento a un grupo de delincuentes que secuestrarísn al empresario Roy Peña.

