Las relaciones exteriores dominicanas son imprecisas, enclenques y grises. En los cónclaves internacionales se dice una cosa, para posteriormente reportar otra. Ese es el caso del canciller Roberto Álvarez, quien esconde verdades sobre la Declaración de Los Ángeles, cuando afirma que no fue firmada por el país.

Álvarez encubre que ya la República Dominicana había firmado el acuerdo Alianza para el Desarrollo en Democracia (ADD) con Panamá y Costa Rica, en donde el problema migratorio ya estaba total y explícitamente abordado. La firma en la cumbre de Los Ángeles sobraba.

La recién destituida canciller panameña, Erika Mouynes, en una entrevista que le concedió al periódico de Miami El Nuevo Herald el 15 de enero de este año, refiriéndose al rubricado pacto ADD dijo:” Pedimos coherencia en esas prácticas y políticas migratorias, de manera que si hay algún estado que decide promover la recepción de migrantes, tiene que tener las facilidades adecuadas para poder atenderlos…”. Ya para esa fecha la ex funcionaria canalera se refería a la admisión de migrantes.

Las relaciones exteriores de RD son imprecisas
En el diálogo con el medio de La Florida se resaltó la preocupación de la República Dominicana,”…por encontrar soluciones a la creciente inestabilidad en Haití, de donde han partido miles de migrantes hacia Estados Unidos y Sudamérica”. En ningún lado el gobierno dominicano mencionó la migración ilegal haitiana residente aquí.

La ex ministra de Relaciones Exteriores panameña, en otra reciente entrevista luego de su destitución, al referirse al problema migratorio, dijo:” en un momento el fenómeno era la migración de haitianos que venían desde Chile hacia Estados Unidos. “Se trabajó con Chile, Colombia y Estados Unidos para controlar el fenómeno migratorio hace un año y medio”.

La alianza suscrita con Panamá y Costa Rica no contempló el desbordado éxodo haitiano que se ha establecido en la República Dominicana.