Esta vez habrá que determinar las verdaderas causas, con la mayor responsabilidad y seriedad del desafiante incendio en el vertedero de Duquesa, que a una semana que cumple hoy los bomberos y unidades especializadas no han podido sofocar. Dejando a un lado el conflictivo historial del vertedero, la deriva política que ha tomado el siniestro y las consecuencias para la salud tornan más urgente la investigación para establecer responsabilidades con sus debidas consecuencias. El ministro de Salud Pública, Rafael Sánchez Cárdenas, coincide con el alcalde de Santo Domingo Norte, Carlos Guzmán, al opinar que el incendio fue provocado por manos criminales, en tanto el titular de Medio Ambiente y los cuerpos investigativos todavía guardan silencio al respecto. Desde los predios opositores y en las redes sociales se responsabiliza al Gobierno del origen del fuego. Unos lo atribuyen a negligencia e imprevisión y otros a un supuesto interés de desviar la atención sobre los efectos del coronavirus y otras enfermedades en la población. Las sospechas que rodean los incendios en los basureros refuerzan la necesidad de profundizar las investigaciones, de las que las autoridades, para más credibilidad, deberían encargar a una comisión particular. Los vecinos del vertedero y residentes en el Gran Santo Domingo sufren desde la pasada semana los efectos de la humareda, que es más preocupante al afectar las vías respiratorias. De no aclararse el origen del siniestro el Gobierno se expone a cargar con la mayor cuota de responsabilidad.

