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Futbol solo futbol

Futbol solo futbol

Jorge Rolando Bauger

La historia continuará

La educadora americana Angela Schwindt afirma que: * Mientras los padres tratamos de enseñar a nuestros hijos todo acerca de la vida, nuestros hijos nos enseñan de qué trata la vida. *
Hermosa y sabia reflexión.

Sabemos que no somos los únicos audaces y decididos emprendedores que, con determinación y persistencia accionamos en pos de nuestros objetivos y por lo tanto les confieso que – por momentos – hemos experimentado dudas sobre lo que ocurrirá con lo sembrado, el día después. Si, sobre lo que pasara con nuestro legado cuando ya no estemos en este mundo.

Pues bien, con la misma sinceridad que compartimos esa íntima sensación, testimoniamos que estamos plenamente seguros de que la relación de familia Bauger con el fútbol dominicano y del Caribe, continuará.
Desde que fundamos la Escuela de Futbol Jorge Rolando Bauger, Inc., – hace 35 años – a la fecha, hemos generado honrados, respetados y responsables dirigentes, como también así, abnegados y capacitados entrenadores que han sido absorbidos por instituciones educativas y también estamentos oficiales.

Pero, el fruto más valioso de nuestra siembra ha sido, es y seguirá siendo, el sentido de pertenencia de quienes conforman la familia Baugeriana. Abuelos, padres y madres que han estado relacionados y/o jugado en la escuela, y hoy nos confían sus hijos y/o nietos. Para nosotros, esas acciones tienen un valor incalculable.

Por otra parte, está el legado familiar. Ver a Jorgito Allen como Director Ejecutivo de la Liga Dominicana de Fútbol Profesional -LDF- y constatar su dedicación e interés por desarrollar su trabajo con eficiencia en favor del fútbol nacional, sin descuidar la programación y supervisión de la Escuela, nos llena de satisfacción y orgullo.
Pero, la musa que motivó este escrito fue Allencito, nuestro nieto, el hijo de Jorgito Allen.

Verlo jugar en una categoría mayor a la de su edad, ver su determinación y entrega fue fenomenal, pero, constatar cómo festejó el gol después que convirtió un penal decisivo, besando el escudo de la Escuela; de la Escuela de su abuelo; de la Escuela de su padre; el escudo de su Escuela, es indescriptible Puede que existan otras sensaciones maravillosas, pero, la que nos provoca la seguridad de que la historia continuara, es única, porque estamos convencidos que, detrás de nosotros quedará una estela, un rastro de lo que fuimos, de lo que hicimos, de lo que sentimos. Nuestra huella, nuestra herencia.