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Fútbol solo fútbol

Fútbol solo fútbol

Jorge Rolando Bauger

Cambia, todo cambia

Solo un artista con la sensibilidad social que caracteriza al compositor chileno Julio Numhauser (Quilapayún), pudo haber compuesto la canción que inspira nuestro artículo.
“Cambia lo superficial.
“Cambia también lo profundo.
“Cambia el modo de pensar.
“Cambia todo en este mundo…”
Dado que el fútbol es parte importante de nuestro mundo, también cambia.
Esto es tan así que, cuando se disolvió la Unión Soviética -URSS- (1991) Rusia y Ucrania fueron parte de las nuevas 15 Repúblicas Independientes que surgieron y hoy en día se están destruyendo entre sí.
Cambia, todo cambia.

Otro cambio radical que experimentó el mundo del fútbol ha sido la evolución de Canadá que, en 1986 participó por primera vez en una Copa del Mundo. En ese entonces lo hizo en su condición de campeón del Campeonato de Naciones de la Concacaf.

Treinta y seis (36) años después, Canadá volverá a jugar en un Mundial y lo hará como consecuencia de un prolongado proceso de trabajo bien elaborado y mejor ejecutado.

En 1986, la mayoría de los futbolistas que representaron a Canadá en el Mundial de México, jugaban “Indor soccer” en ligas de Estados Unidos y, con la aspiración de ser más competitivos, nacionalizaron a jugadores de Escocia, Italia, Inglaterra, Yugoslavia, Checoslovaquia, País de Gales, Alemania y hasta a un Trinitario.

Como las urgencias nunca producen buenos resultados, Canadá jugó tres partidos y sufrió igual número de derrotas. Todavía, el hockey sigue siendo el deporte más importante de los canadienses, pero, las cosas han cambiado a tal punto que varios jugadores de la selección de la bandera de la hoja de arce con once puntas, juegan en importantes clubes europeos en tanto que otros lo hacen en la MLS y/o en la Canadian Premier League (CPL) que nuclea a ocho equipos.

Lo curioso es que la Canadian Premier League fue creada hace tan solo tres años (2019) es decir que es mucho más joven que la Liga Dominicana de Fútbol -LDF- Definitivamente, lo que cambió ayer, tendrá que cambiar mañana, así como cambio yo en esta tierra lejana.

Concluyo sugiriendo que no cambien la salud por la riqueza, ni la libertad por el poder.