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Gestión de Abinader

Gestión de Abinader

Hugo Ysalguez

En su discurso de rendición de cuentas ante la Asamblea Nacional, el presidente Luis Abinader hizo un esbozo de las principales obras levantadas en un periodo relativamente corto de su mandato, toda vez que los primeros dos años fueron afectados por la pandemia del COVID, espacio donde la actividad comercial y productiva estaba paralizada, y luego por la guerra de Rusia-Ucrania que generó un alza de precio del petróleo y otros productos de importación, como los insumos del sector agropecuaria.

En ese tramo, se construyeron 284 obras, enumeradas y ubicadas en las diversas comunidades, las cuales son infraestructuras tangibles, y no como pretenden sectores de la oposición, con una injusta mezquindad, negarle brillanté a un gestión de exitosa que será coronada con la terminación de 278 obras en desarrollo que serán concluidas antes de expirar su cuatrienio.

Al demostrar en forma fehaciente y evidente su capacidad gerencial en la conducción de una nación, los sectores mayoritarios del país, coinciden en que el jefe de Estado es acreedor de una reelección en el cargo para seguir enrumbando por la vía correcta hasta lograr niveles de desarrollo jamás vistos en nuestros anales.

Más de siete mil dominicanos recibieron del gobierno sus títulos de propiedad de terrenos que ocupaban en forma irregular, obteniendo así acceso al crédito bancario para ampliar proyectos y tener garantías del usufructo sus predios en algunos casos, y en otros la posesión de una vivienda digna que me garantiza mejor calidad de vida.

El cuadro alentador presentado en sus memorias, es una señal que explica el porqué el aumento progresivo de la inversión extranjera y la razón de la gran cantidad de turistas que llegaron a nuestro territorio durante un año, previéndose que la cifra de más de 10 millones, aumente significativamente este año e igual que el índice de crecimiento de las zonas francas.

En el umbral electoral, la candidatura de Abinader se acrecienta y se afianza de tal manera, que como el Sol que sale por el oriente y no hay fuerza capaz de detenerlo, pues la transparencia y honestidad resplandecen como símbolos de en la nominación del primer mandatario.