Una de las principales enseñanzas que dejó el golpe de Estado a Juan Bosch es que nadie puede jugar a torcer el destino democrático de un pueblo.
Una pena que la mayoría de los propulsores del cuartelazo no se hicieron la crítica pública, y con el tiempo se integraron a partidos y gobiernos.
A la caída de la dictadura de Rafael L. Trujillo el sistema instaurado por él no se precipitó al vacío. Las turbas dieron unos cuantos palos, pero se impuso el borrón y cuenta nueva.
Las figuras trujillistas, a todos los niveles, se enquistaron en los partidos emergentes en un esfuerzo por sobrevivir. Como siempre situados dentro de los grupos más conservadores de la población.
Fueron una retranca para que el país avanzara en la democracia. Si bien el borrón y cuenta nueva proporcionó fuerzas importantes al Partido Revolucionario Dominicano, evitó que se eliminaran las acciones de Trujillo de la sociedad dominicana. De ahí que sus métodos de violencia institucional se sienten todavía en el día de hoy.
Juan Bosch, con su lenguaje de fino profesosr, logró atraer a la mayor parte el pueblo dominicano, que votó por él en las elecciones, las primeras demoçráticas luego de la caída de Trujillo. Fue una victoria que llenó de esperanzas a los dominicanos, pero que duró poco tiempo.
El Golpe de Estado cercenó las libertades públicas, y trató de echar al zafacón una de las constituciones más avanzadas logradas en el país. Pero a la larga, el golpe de Estado fue negativo y como respuesta popular llegó la revolución de Abril del 1965.
Las fuerzas armadas de ese tiempo no fueron depuradas, y entre sus comandantes trujillistas se anidó el deseo de parar las reformas sociales que el país necesitaba, pero el principal instigador del golpe fue la iglesia católica.La campaña de reafirmación cristiana no era más que un movimiento aglutinador de masas, que fuera favorable a que los militares dieran un golpe de Estado.
La iglesia como institución podría haber hecho cambios internos con el tiempo, pero nunca se hizo un autocritica.El país salía de una dictadura que cercenó las ideas democráticas, e impidió que en el país floreciera la libertad y la justicia.
Fruto del golpe de Estado es la revolución del 65 con su demanda central de Retorno a la Constitucionalidad, sin Elecciones.El Golpe transcurrió en sus primeras semanas con tranquilidad.
Llegaría en poco tiempo el movimiento guerrillero de Manolo Tavarez Justo, y los fraccionamientos del ejército. En el día de hoy a nadie se le ocurriría una aventura de ese tipo. Es una de las lecciones positivas, extraídas de uno de los momentos más trágicos de la historia dominicana.
Manuel Hernández Villeta