Un día escolar, a eso de las 3:00 de la tarde, suena la alerta de notificaciones del celular: “¿Me pueden facilitar la tarea de sociales? Mi hijo no copió”, varios segundos después: “El libro de naturales de mi hija está extraviado, por si sus hijos saben de su paradero”; “Miren las fotos de los niños, el mío es el del centro”, “Las maestras deberían informar los trabajos especiales con tiempo”; y en pocos segundos las notificaciones te avisan que tienes una veintena de mensajes… bienvenidos al “Grupo de padres”, de WhatsApp.
Nacieron como una herramienta útil: informar sobre tareas, actividades, dudas sobre las asignaciones, reuniones, en fin, una extensión del aula y una red de apoyo, en especial cuando se tiene niños en los primeros grados de primaria.
Para muchos padres con una agenda apretada por su trabajo es una excelente vía para estar pendientes y conectados con lo que ocurre en la escuela, y ser parte del día a día escolar de sus hijos, sin embargo, últimamente el objetivo de estos grupos se ha desvirtuado, convirtiéndose en un grupo de quejas constantes, rumores, de envíos de informaciones triviales, hasta comparaciones y debates innecesarios, por lo que ahora la mala fama precede a los grupos de WhatsApp que crean los padres, provocando que muchos se pregunten: ¿Realmente ayudan o simplemente es una herramienta para causar más estrés?
La respuesta a esta pregunta es: ambas. El bombardeo de fotografías, mensajes que poco o nada tienen que ver con lo académico, o el reenvío de las informaciones del grupo cerrado del colegio, en el que todos están y ya vieron allí que es estresante para algunos miembros del grupo.
“Desde el día que me agregaron al grupo tuve que silenciarlo, hablan mucho, y las informaciones que realmente importan, se pierden. El grupo solo debería usarse para temas puntuales relacionados con las actividades escolares de los niños.
Si hay alguna situación específica con un estudiante, lo correcto sería acudir directamente a la escuela y no utilizar el grupo para atacar a las maestras”, manifiesta Jennifer González, madre de un niño de 8 años, quien además agregó que casi no lee los mensajes del grupo, pues le resulta estresante.
“Leer textos demasiados largos o escuchar notas de voz de hasta de cuatro minutos. Creo que el grupo debería centrarse exclusivamente en las tareas escolares y en asuntos realmente importantes”, dijo.
Al igual que Jennifer, otros padres consideran estos grupos una fuente de ansiedad, por lo que facilitamos algunas pautas para manejar el grupo de padres de WhatsApp y evitar el estrés.
1.- Silencia el grupo, así el sonido de las notificaciones no te causará estrés, preguntándote si es un familiar para algo urgente.
2.- Solo revisa el grupo cuando necesites saber algo específico, y para esto utiliza el buscador, para que no tengas que leer todo el chat.
3.- Evita entrar en discusiones y debates. Si un mensaje te molesta respira profundamente antes de responder.
4.- Participa según tu tiempo y energía, recuerda que no eres moderador del grupo.
Un apunte
Recordar
Si eres la madre que creó el grupo, o creará uno, debes recordar:
- No utilizar el grupo para criticar o atacar a las maestras, padres o alumnos.
- Pide permiso antes de agregar a algún padre, porque no a todos les gustan estos grupos.
- Las quejas sobre alguna situación resuélvelo directamente en el colegio.
- Solo utiliza el grupo para información escolar relevante.
- No compares a los niños y no critiques la crianza del resto de los padres.