Con el ascenso al poder de Luis Abinader, el país se libró de un sistema de gobierno corrupto y desordenado que no tenía nada que envidiar a los peores gobiernos que hemos tenido en épocas pasadas, al tiempo que se abre una promisoria era de prosperidad y transparencia.
El presidente saliente, que en una oportunidad dijo que necesitaba sus propios diputados, es de entender que también necesitaba y de hecho tenía el control absoluto de la Cámara y del Senado, y el dominio de los órganos judiciales y de haber ¨comprados¨ a muchos de los hacedores de opinión pública.
Danilo Medina ante la imposibilidad de reformar la Constitución para viabilizar su tercer mandato, decide respaldar con los recursos del Estado en la interna de su partido a un hombre de su absoluta confianza, logrando ´´aplastar´´ a fundadores de su organización.
Sin embargo, con la salida de Leonel Fernández y el cansancio que tenía la población de tres mandatos continuos del PLD, así como la huelga de ¨brazos caídos¨, durante la pasada campaña electoral reciente de muchos dirigentes y funcionarios que no se sentían representados por el candidato presidencial impuesto. Todo esto unido al carisma y al discurso renovador del opositor Luis Abinader, hizo posible que los planes continuistas del presidente de turno se frustraran.
Entiendo además que como viene haciendo Abinader, se deben crear las condiciones y fortalecer las instituciones para que nadie pueda llegar al poder para hacer lo que se le antoje, muchas veces en contra del interés nacional.
Considero que en este momento en que nos encaminamos a escoger a los miembros de la Junta Central Electoral (JCE), habría que tener cuidado en no elegir políticos que puedan responder a las directrices de ex-presidentes en contra del nuevo liderazgo que surge en el país como José Ignacio Paliza, Faride Raful, David Collado y otros.
A propósito de renovación el país se apresta a seleccionar un nuevo Defensor del Pueblo y creo que el doctor Cruz Jiminían, sería una excelente persona que debería ser tomado en cuenta.
Me voy a atrever a aseverar que si al ex-presidente doctor Leonel Fernández, le tocase gobernar nuevamente, al igual que como lo hizo el doctor Balaguer que al retornar al poder en el 1986, tendría que hacerlo dentro de los lineamientos democráticos y transparentes de la nueva era que está construyendo el licenciado Luis Abinader.
Por: Manuel Andújar