La última edición de nuestro libro “Haití y la República Dominicana: un origen y dos destino”, que es la Cuarta, se terminó de imprimir en el mes de octubre del 2022, y como autor nos sentimos profundamente satisfecho de la rapidez con que se han agotado y los elogios que han hecho una muchos de sus lectores, entre los cuales hay extranjero a quienes no conocía que me han hecho llegar la satisfacción de haber leído lo que algunos consideran que esa obra es una de las mejores sobre la historia de ese pobre “Conglomerado Humano”, como lo bautizó Juan Bosch, el Gran Maestro Político Dominicano y de América. Prácticamente agotada esa edición vamos a producir la Quinta.

“En Haití predomina el tráfico de drogas, armas imigrantes”, recoge un informe de EFE, publicado el viernes 20 de octubre de la semana pasada, ese informe fue realizado por el grupos de expertos de la ONU, que visitórecientemente ese país para conocer el impacto de la crisis haitiana en los migrantes y refugiados”. Dice ese informe “la inseguridad, la violencia y el tráfico de armas, drogas imigrantes asolan Haití y compromete su desarrollo social y económico”.

La inseguridad, el vacío institucional y la debilidad de los controles fronterizo favorecen los intereses de los criminales, en particular de losnarcotraficantes que intensifican sus operaciones”, más adelante señala “alertan de que además la crisis haitiana repercute en la actividad delictiva en la región ya que la demanda y circulación de armas de fuego ilegales en el país más pobre de América alimente el tráfico en República Dominicana y Jamaica”.

Seguimos citando el informe de los expertos de la ONU, “sé que las armas de fuego en circulación en Haitíalcanzaban en 2022, las 600 mil, frente a la 291 mil del 2018, la gran mayoría de ellas de posesión ilegal”.

Toda la región del Caribe como señala el informe de la ONU”, está amenazada por esa grave y profunda crisis de hacerla desaparecer sino es por el esfuerzo de organización, disciplina y castigo de fuerzas militares de otros lugares que no sea desde luego tropas dominicanas pero si particularmente de los Estados Unidos de América, Canadá y Francia y la de otros países de Europa y de América, no bajo la supervisión o dirección de la mal llamada Organización de Estados Americanos (OEA), de ingratos recuerdos para los dominicanos.

En nuestro libro en su parte final a manera de conclusión señalamos que “la imperante anarquía en Haití, continuará incrementándose, tratando de lograr la integración y arropando toda la isla, como les interesa y lo desean esos gobiernos de esos tres estados que hemos señalado, el comercio de los dominicanos con el pueblo haitiano o la venta de los productos básicos para su comida diaria, que comprenden: pollos, huevos, embutidos, víveres, plátanos, yuca, guineos, carne de cerdo, supera probablemente notalmente los 500 millones de dólares anuales, comercio que ha ayudado de manera extraordinaria, al desarrollo a las Provincias que conforma el Cibao Central, particularmente la Línea Noroeste. Las conclusiones finales de ese libro nuestro han sido motivadas y elaboradas con la esperanza de que Haití como llaman al “Conglomerado Humano” y el pueblo dominicano no terminen como protagonistas de un episodio trágico de enfrentamiento Militar.