El accidentado diálogo obrero patronal volvió a interrumpirse ayer con el retiro de la representación sindical en rechazo a la posición del sector empresarial de condicionar un posible incremento de sueldos al cumplimiento de la ley de reclasificación de las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes).
Resulta un contrasentido que por una situación ajena a esa mesa dialogante, se frustre la posibilidad de que se arribe a un acuerdo en torno al justo reclamo de un aumento en el salario mínimo y en todas las escalas salariales.
El presidente de la Confederación Nacional de Unidad Sindical (CNUS), Rafael (Pepe) Abreu, anunció el inicio de una jornada de movilizaciones, así como su decisión de no dialogar con el sector empleador, que define como indolente.
La Confederación Patronal, presidida por Joel Santos, asegura que tiene lista una propuesta cuyo nivel de aumento salarial estaría “muy por encima de la inflación”, pero advierte que no la discutirá hasta que el Gobierno cumpla con la ley de reclasificación de las Pymes.
En ese ir y venir desde y hacia un diálogo de sordos, el salario se vuelve agua en manos de los trabajadores, porque ya no alcanza para suplir la inflación acumulada, que se traduce en miseria y marginalidad.
La dirigencia sindical sospecha que la intención última del sector empresarial sería la de pretender excluir a un significativo número de empresas de la obligación de cumplir con el salario mínima mayor que será de RD$11,292, lo que afectaría a un número impresionante de empleados y trabajadores.
En ocasiones anteriores, el pretexto para retardar el anhelado aumento salarial ha sido las presiones patronales para que se conculquen reivindicaciones laborales contenidas en el Código de Trabajo, con lo que el remedio sería peor que la enfermedad.
El Gobierno tiene la ineludible obligación de ejercer su rol de componedor entre las partes y presionar para que patronos y trabajadores no abandonen la mesa del diálogo hasta que se anuncie de manera oficial y definitiva un aumento salarial justo y merecido en favor de todos los trabajadores.