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Héroe anónimo

Héroe anónimo

Ernesto Guerrero

Gerinaldo Contreras es uno de esos personajes serenos que, aunque habla poco, se toma su trabajo con absoluta honestidad, dedicación y firmeza. Como fiscal adjunto en el Distrito Nacional, su labor enfrenta una amenaza inesperada: la oposición de algunos de sus propios compañeros, quienes, por pereza o intereses subrepticios en una investigación, han decidido actuar en su contra.

La trayectoria de Gerinaldo es ejemplar, especialmente en comunidades tan diversas como el barrio de Cristo Rey y el residencial Isabel Villas. En este último, se destacó al enfrentar a quienes han mantenido un ambiente de terror judicial durante años. Los vecinos han soportado más de 100 demandas, la mayoría de las cuales han fracasado, pero continúan utilizando estratagemas y artimañas legales para apoderarse de la administración de la Junta de Vecinos.

Gerinaldo, a quien los malhechores llaman despectivamente «el fiscalito», es un gigante que ha tenido el valor de seguir el camino correcto al rechazar sobornos y resistir más de diez demandas distintas, logrando destapar la mafia que operaba en la zona. Esta lucha resultó en la emisión de órdenes de arresto para el cabecilla y diez de sus cómplices.

A pesar de que este cabecilla lleva más de tres años prófugo no ha cesado sus fechorías. Ahora, han logrado que miembros de la Inspectoría General de la Fiscalía levanten un expediente en su contra, prohibiéndole continuar con el caso y bloqueando el acceso a documentos probatorios. Más alarmante aún, han iniciado un juicio disciplinario para destituirlo.

Quienes hemos estado presentes en las múltiples audiencias para responder a demandas absurdas, que solo nos han causado pérdidas de tiempo y dinero, hemos visto muchas cosas. Sin embargo, este expediente es, sin duda, lo más absurdo y vergonzoso que hemos presenciado.

La angustia y ansiedad de los residentes crecen. La mayoría indignados ante la posible destitución de nuestro héroe. Es lamentable que figuras como la exprocuradora Miriam Germán, Yeny Berenice, Henry Molina y Carolina Mejía, informados sobre estos abusos, muestren insolvencia para frenar y acabar con la incompetencia y “corrupción” entre algunos de sus subordinados, incluyendo: abogados, jueces, fiscales, alguaciles y auditores.

En lugar de perseguir a Gerinaldo, deberían permitirle continuar su labor con honestidad. Este país necesita más funcionarios como él, que estén dispuestos a luchar callada y desinteresadamente por la justicia y el bienestar de todos. ¿Si no quien podrá defendernos?