Editorial

Historia que contar

Historia que contar

El informe de la comisión que investigó el robo de drogas incautadas por la Dirección Central Antinarcóticos de la Policía (Dican) dibuja un escenario aterrador sobre fiscales, oficiales, clases y alistados que se constituyeron en una asociación de malhechores que actuaba por la libre en materia de narcotráfico.

Los comisionados acusan al jefe de operaciones de la Dican de quedarse con la mayor parte de la cocaína decomisada en operativos dirigidos por dos representantes del Ministerio Público, que habrían cargado para su provecho con 250 kilos de la droga.

El cargamento de drogas fue mercadeado por policías y fiscales por un valor de 10 millones de dólares, a razón de US$10 mil el kilo, conforme a los investigadores, que afirman que un teniente de la Policía fue encargado por los fiscales para que le vendiera la parte del alijo que les correspondió.

Tal era el albedrío de esos oficiales y fiscales que se les atribuye devolver 250 kilos de cocaína a los supuestos dueños del cargamento “para que pudieran defenderse”, así como regalar 500 mil pesos a un teniente policial para comprar su silencio.

Es claro que esa agencia antidrogas de la Policía carecía en forma absoluta de supervisión o fiscalización, al punto que se señala que un capitán policial involucrado en ese conciliábulo criminal “se ha dedicado por muchos años a la práctica del narcotráfico, transportando y distribuyendo drogas en varios países de Europa…”

¿Acaso nunca llegó a oídos de la Dirección General de Control de Drogas (DNCD) o del Departamento de Asuntos Internos de la Policía que propios agentes policiales mercadeaban más de mil kilos de cocaína? ¿Quiénes adquirieron esa droga?

Bajo la premisa de que quien puede lo más puede lo menos, hay que poner en duda todos los decomisos, detenciones y expedientes instrumentados por la Dican en casos relacionados con consumo, uso o tráfico de drogas, incluido también cualquier muerte causada durante supuestos intercambios de disparos.

Sin importar las pruebas presentadas por el Ministerio Público en la audiencia preliminar contra los acusados, se requiere auscultar aún más este escándalo, porque sin dudas falta mucha historia que contar, aunque se agote la capacidad ciudadana de asombro e indignación.

El Nacional

Es la voz de los que no tienen voz y representa los intereses de aquellos que aportan y trabajan por edificar una gran nación