La semana pasada se inició formalmente la Cuaresma, con el Miércoles de Cenizas, tradición de la iglesia católica dominicana y por tal motivo cientos de feligreses de la Arquidiócesis de Santo Domingo participaron en la “Caminata de la fe”, que realiza la iglesia cada año, el primer viernes de cuaresma, que busca manifestar públicamente la fe en el Señor.
Con el lema de año “Con Jesús, Palabra encarnada nuestra vida será transformada”, la caminata tuvo como punto de encuentro la parroquia Divina Providencia hasta la Parroquia Nuestra Señora de la Fe, donde se llevó a cabo la eucaristía.
La “Caminata de la fe”, que este año tiene la novedad de realizarse por Vicarías Episcopales Territoriales fue presidida la correspondiente a la Vicaria del Distrito por Monseñor Francisco Ozoria Acosta, Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo y Primado de América, concelebrada por sacerdotes de las diferentes zonas pastorales pertenecientes al Distrito Nacional.
En su homilía el arzobispo llamó a la feligresía a vivir a plenitud este tiempo de Cuaresma y a intensificar la oración y la limosna, para poder emprender bien el camino cuaresmal que nos conduce a la resurrección de nuestro Señor Jesucristo.
Asimismo habló sobre la reconciliación con Dios y con la comunidad y la naturaleza. Haciendo referencia al panorama político actual que atraviesa el país dijo que “somos un pueblo de Dios, la sociedad donde vivimos no es de un grupito, nuestra actitud como cristianos ante los problemas sociales y políticos no puede ser una actitud pasiva e indiferente”, destacó.
“Vivimos en una sociedad que nos interesa y nos duelen los problemas que están pasando a nuestro alrededor, políticos, sociales, de pobreza en nuestras comunidades, esos problemas tienen que dolernos y por eso como cristianos no podemos estar indiferentes ante esos problemas, estamos preocupados por la situación política del país, y eso que sucedió aún nadie tiene la explicación que merecemos y eso preocupa y nos duele”, dijo el líder religioso.
Este año se congregaron cientos de fieles, entre ellos niños, jóvenes, adultos y envejecientes, los cuales caminaron por la fe en nuestro país y la conversión de los corazones en este tiempo de Cuaresma, para manifestar su sí al Señor.
La Cuaresma es el tiempo litúrgico de conversión, que marca la Iglesia para prepararse a la gran fiesta de la Pascua. Dura 40 días, comenzando el Miércoles de Ceniza y terminando en las vísperas del Jueves Santo. El color litúrgico de este tiempo es el morado, que significa luto y penitencia.