Médicos, enfermeras y personal administrativo que prestan servicios en las emergencias de los hospitales están expuestos a sufrir agresiones físicas o morir a manos de turbas que con frecuencia penetran a esas áreas con el propósito de asesinar a pacientes que previamente han participado en riñas y pleitos.
Es el caso de una multitud que irrumpió en el hospital Teófilo Gautier, de Salinas, Barahona, donde asesinaron a puñaladas a un joven de 19 años, no sin antes causar destrozos e imponer el terror en ese centro asistencial.
El Colegio Médico ha reclamado que las autoridades garanticen adecuada seguridad en los hospitales, especialmente en sus salas de emergencia y de cirugía que son escenario de violencia y vandalismo por turbas que procuran ultimar a pacientes que son atendidos en esas áreas.
El personal médico y paramédico de turno cuando los antisociales asaltaron la emergencia del hospital, huyeron del lugar para literalmente salvar sus vidas frente a gente armada que asesinaron al paciente que buscaban, por lo que se reclama que Salud Pública y la Policía procuren frenar ese salvajismo. Las autoridades están en obligación de garantizar la integridad física de médicos, enfermeras y otros empleados que cada día acuden a los hospitales con el temor de ser agredidos por individuos que literalmente asaltan los hospitales con la intención de asesinar y causar destrozos.
Récord mundial
En una ocasión, la filial de Barahona de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) decretó una huelga que se prolongó por más de tres meses, en reclamo de que se aplicara la ley del 4% para la educación, lo que fue definido como una barbaridad.
Esta vez, el gremio convoca a “un paro por tiempo indefinido” en la escuela Virgilio Peláez, en protesta porque el Gobierno construye un plantel de 14 aulas en vez de veinte, como es su reclamo.
Tal parece que en Barahona, la ADP y sus afiliados compiten por algún récord mundial de insensatez e insensibilidad para con los estudiantes y la sociedad, porque de otra manera no se explica tanta proclividad a abandonar sus obligaciones docentes.