La Internacional Socialista nació en Francfort, Alemania, en 1951, agrupando a partidos social demócratas, socialistas y laboristas. Desde su inicio gozó de prestigio por asumir una posición intermedia entre los extremos que representaban el capitalismo y el comunismo a raíz de la conclusión de la Segunda Guerra Mundial.
Sin embargo, su mayor crédito internacional lo alcanzó en las décadas de los años 70 y 80, por la destacada participación política que tuvieron líderes de la estatura de Willy Brand, canciller de la desaparecida Alemania Occidental; Francois Mitterrand, presidente de Francia; Olof Palme, primer ministro de Suecia; y Mario Soares, primer ministro de Portugal, entre otros.
Hay que resaltar el rol de la Internacional Socialista en la democratización de múltiples países con regímenes dictatoriales (en algunos casos militaristas), carentes de libertades públicas y en los que se violaban los derechos humanos, como en efecto ocurría en la República Dominicana en los doce años de Joaquín Balaguer.
Al doctor Peña Gómez le cabe el mérito de haber inscrito al PRD en la Internacional Socialista, la cual, con su presión internacional, impidió que se vulnerara la voluntad popular expresada en las urnas en los comicios de 1978. Se recuerda el determinante papel jugado por Carlos Andrés Pérez, presidente de Venezuela, a favor de la democracia dominicana.
Al terminar la guerra fría y al morir los grandes líderes de la Internacional Socialista, incluyendo al doctor Peña Gómez en la República Dominicana, esa entidad fue perdiendo credibilidad e influencia tanto en el ámbito mundial como en el regional, al punto que hoy día es una entelequia a la que nadie le hace caso y sus líderes, en la mayoría de los casos, son unos oportunistas y corruptos que andan por el mundo buscando ventajas individuales.
Este artículo viene a colación de la Reunión del Consejo de la Internacional Socialista que acaba de celebrarse en la República Dominicana. ¿Cuáles son los líderes que participaron en esa reunión? Nadie los conoce.