SANTIAGO.- Juan Guerrero tenía desde enero del 2020 el objetivo de darle un campeonato al club Gregorio Urbano Gilbert, tuvo una sólida ronda regular y fue contundente en la semifinal, llevando su equipo a la serie de campeonato.

“Nos lo merecíamos, este ha sido un campeonato bastante bueno, ellos tenían un equipo bastante bueno y hemos logrado un título bien batallado”, declaró Guerrero, al final del juego.

Guerrero, refuerzo del GUG, fue electo casi de forma unánime como el Jugador Más Valioso, luego de quedar líder en puntos con 81, promediando 27.0 por juego y líder en rebotes con 34, promediando 11.3, convirtiendo en el único jugador en terminar con un doble-doble en los totales de ambos renglones en la Serie Final.

El espigado jugador declaró que la presencia de Gelvis Solano fue una buena adquisición para el equipo, ya que junto a Rigoberto Mendoza, permitió al GUG, tener a tres miembros de la Selección Nacional, y jugar fluido en equipo “sin egoísmo de parte de cada uno de nosotros”.

“Jugamos con la consigna de que “el que estuviera caliente que la tirara, así es que funciona esto”, dijo más adelante Guerrero, mientras festejaba el triunfo.

Juan Guerrero, miembro de la Selección Nacional de Baloncesto, fue premiado como el Más Valioso en la ceremonia final, por el inmortal del deporte dominicano, Juan Vila, viceministro de Deportes en la región Norte.

Guerrero se prepara para repetir por tercer año corrido con el GUG en el torneo 41 que inicia el miércoles 24.
Problemas en festejos

No todo fue felicidad para el GUG, su triunfo motivó a cientos de residentes en el sector que se agolparon alrededor de su complejo deportivo, para esperar a los campeones, debido a que la mayoría no pudieron entrar a la Arena del Cibao por asunto del protocolo de salud.

Sin embargo, la multitud fue despejada por efectivos de la policía que incluso lanzaron bombas lacrimógenas, sonando disparos, sin que hasta el momento se reporten heridos.

La situación produjo críticas de los ciudadanos residentes en el sector, ya que los gases afectaron a mujeres embarazadas y niños que se encontraban en sus residencias.