Acroarte está celebrando el 41 aniversario de su fundación, y este año conmemora los 40 de su premio.

Hemos asistido a una eucaristía en la Catedral Primada, y a una cena en un prestigioso restaurante de la zona Metro.

Pero, el equipo que maneja la publicidad de la institución, se comporta de manera similar a los muchachos que le hacen relaciones públicas a los combos y artistas para quienes hacen trabajos.

Llenan las notas de prensa de una retahíla de adjetivos superlativos, numerales, demostrativos, posesivos, indefinidos, exclamativos, al igual como lo hacen algunos promotores artísticos, que organizan sus espectáculos y luego te mandan una nota de prensa diciendo, ellos mismos, que el espectáculo fue grandioso, apoteósico, para la historia, y ni siquiera fueron invitados al show, lo reproducen como si fuera una opinión propia.

No creo que Acroarte deba caer en eso.

Le hace daño a la institución. No soy un periodista de notas de prensa.

Siempre escribo y hablo, de lo que veo.

Y si no lo he visto, procuro reproducir lo que es la noticia, sin opiniones de los interesados, que siempre juegan a ser la mamá de Tarzán, el detective de la película, a Batman, Superman, y rehuyen al personaje de Frankenstein y de Pinocho.