Los partidos políticos deben estar fuera de la nueva composición de la Suprema Corte de Justicia –SCJ- y el Tribunal Superior Electoral -TSE-. Por tradición, se dan las cuotas de los partidos, que se dividen los cargos pendientes.
En esta ocasión hay que pensar en la imparcialidad de la justicia, sobre todo cuando se trata de asuntos tan delicados como de escoger a nuevos representantes ante la Suprema y el Electoral.
Todo ciudadano, guardando el nivel profesional, puede y debe aspirar a los dos altos organismos, pero desde que inicia los trámites se tiene que desvincular de partidos políticos, y dar pie a exhibir su calidad de ciudadano y experiencia, y salir adelante con las entrevistas.
Pero los partidos políticos, sobre todo los tres mayoritarios, siempre han preferido la fijación de cuotas, que están por encima de una selección justa y equitativa. Bueno es consignar que simpatizantes de partidos han llegado a los cargos de jueces, pero se han manejado con imparcialidad y pensando en la institucionalidad del organismo donde le toca trabajar.
Somos seguidores de una justicia sin ataduras, sin compromisos comerciales o políticos, porque esa es la única forma de lograr una independencia del sector judicial y de actuaciones fuera de cualquier sospecha de parcialidad.
Tanto en la SCJ como en el TSE los magistrados han mantenido una línea de equidad, de decoro, de respeto a la línea de independencia que es necesaria para ocupar un cargo de tanta importancia.
La misma actitud se espera de los nuevos magistrados que serán seleccionados en los próximos días.
El país tiene confianza en el Consejo Nacional de la Magistratura y espera que logre que el partidismo esté fuera de su tarea. En la selección de los jueces pendientes la única posición v salida es que los partidos políticos queden fuera de escoger a jueces, que deben ser responsables, institucionales y respetuosos del pueblo dominicano. Para que el estamento judicial, a cualquier nivel, sea independiente, es necesario que los partidos políticos estén fuera de la selección, y que no se piense en la entrega de las tradicionales cuotas.
Los mismos partidos deben dar demostración de civismo y alejarse de presionar para que le designen jueces favoritos. Todos ganan en el país si hay magistrados serios, responsables y sin ligazones partidistas.
La justicia dominicana ya está en la recta del trabajo independiente, sin dejarse narigonear por nadie, ejerciendo los jueces de acuerdo a su más intima conciencia, y respetando cada uno el proceso de total institucionalidad.
Por: Manuel Hernández Villeta

