Corren versiones distintas o contradictorias sobre quien, entre Kamala Harris o Donald Trump, marcharía delante o habría ganado las elecciones presidenciales que se celebran hoy en Estados Unidos, pero si la votación refleja lo cerrado de las encuestas electorales, habría que esperar hasta contar el último sufragio.

El presidente y el vicepresidente de esa nación no son electos por el voto popular, sino por el sufragio indirecto de 538 electores que integran el Colegio Electoral, que a su vez se nutre con los votantes asignados a cada Estados, conforme a la cantidad de senadores y representantes que tengan en el Congreso.

Sin importar el número de votantes que obtengan, Trump o Harris requieren de al menos 270 votos electorales que escogen al presidente de Estados Unidos, un número que se obtiene con los sufragios aportados por los estados que ganen los partidos republicano o demócrata, con excepción de Maine y Nebraska, que se distribuyen proporcionalmente.

Es por eso que los contendientes a ocupar la Casa Blanca centraron su campaña electoral en los Estados de Arizona, Michigan, Carolina del Norte, Wisconsin, Georgia, Nevada, y Pensilvania, los mayores aportantes de votos o delegados al Colegio Electoral, en todos los cuales las encuestas arrojaron empate técnico entre ambos candidatos.

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Trump centró su oferta proselitista en la promesa de expulsar millones de inmigrantes, promover el retorno de empresas, presionar el fin de la guerra de Rusia y Ucrania, en tanto que Harris promete impulsar a la clase media, asistir a grupos vulnerables y reivindicar los derechos de la mujer.
El mundo se mantiene expectante ante quién ocupará el Despacho Oval en Washington, porque los candidatos demócrata y republicano representan universos contrapuestos, lo que amplía la incertidumbre de hacia donde se dirigirá la política exterior estadounidense y, obviamente, la economía mundial.

República Dominicana sigue con atención las elecciones de hoy en Estados Unidos, porque en esa nación residen más de dos millones de dominicanos, y porque se erige como su principal socio comercial, mayor aportante de turistas, exportaciones, remesas e inversión extranjera directa.

Ojalá que mañana mismo se declare al menos al virtual ganador, entre Kamala Harris y Donald Trumps, en uno de los comicios más hostiles y accidentados en la historia de una nación que ha acentuado su preocupante división política, económica, social y racial de en gran nación.