Kim Kardashian ya se había estrenado como actriz en proyectos como 'American Horror Story: Delicate'. / Archivo
EE.UU.– La empresaria y celebridad estadounidense Kim Kardashian volvió a captar la atención pública tras revelar que ChatGPT fue parcialmente responsable de que reprobara su examen de Derecho, una meta que ha perseguido desde hace varios años en el estado de California.
Durante una conversación con Vanity Fair, en el marco de una prueba de polígrafo, la fundadora de SKIMS explicó que utilizó la inteligencia artificial como su principal herramienta de estudio, aunque los resultados no fueron los esperados.
“Le mandaba fotos de los textos o de mis apuntes, y me devolvía explicaciones que parecían correctas, pero al final muchas estaban equivocadas”, confesó Kardashian. “Me hizo suspender exámenes una y otra vez”.
La empresaria relató que su entusiasmo inicial por la tecnología la llevó a depender excesivamente del chatbot. “Era como tener una amiga inteligente que a veces inventaba cosas… Me sentía en una relación con una amiga tóxica”, comentó entre risas.
Quizas te interese: Marc Anthony anuncia ‘VEGAS? MY WAY!’: su residencia de conciertos en Las Vegas
Kardashian también admitió que solía compartir las respuestas erróneas del programa con su grupo de amigas, a modo de broma, hasta que los fallos comenzaron a afectar su rendimiento académico.
El examen de abogacía en California, considerado uno de los más exigentes de Estados Unidos, combina preguntas de ensayo, ejercicios prácticos y opciones múltiples. Según explicó, los errores de ChatGPT se hicieron más evidentes en la parte teórica, donde la precisión de los conceptos jurídicos es fundamental.
“Aprendí que la inteligencia artificial puede ser útil, pero no puede reemplazar el estudio real. A veces suena convincente, pero no siempre tiene razón”, reflexionó.
A pesar del tropiezo, Kardashian aseguró que no ha perdido la motivación. “No voy a rendirme. Solo tengo que estudiar más y confiar menos en la tecnología”, afirmó.
La celebridad planea volver a presentar el examen el próximo año, esta vez con una estrategia más tradicional, basada en libros, clases presenciales y un uso moderado de herramientas digitales.
