Allí estaba Joel Embiid, agachado, con las manos agarrando su cabello tratando de comprender el impacto.

Luego, las lágrimas comenzaron a rodar por el frío rostro de piedra del gigante de 7 pies cuando abandonó el piso de Toronto, que estaba en marcado contraste, lleno de júbilo. Y el llanto no se detuvo ahí.

Esta fue la realidad de Embiid después de que casi bloqueó el impresionante timbre de Kawhi Leonard el domingo por la noche . La pelota rebotó y rebotó un poco más, antes de caer en el aro para derrotar a los 76ers de Embiid y enviar a los Raptors de Leonard a la final de la Conferencia Este con una victoria de 92-90 en el Juego 7.

Mientras Embiid, quien jugaba a un máximo de 45 minutos en una rodilla izquierda temblorosa, se dirigió al vestuario de visitantes, las cámaras de televisión mostraron que estaba siendo consolado por la novia Anne de Paula en el túnel.

Incluso entonces, todavía parecía aplastado.

El gran hombre dominante acababa de ver «El Proceso», el autoproclamado viaje de la franquicia desde el sorteo a la gloria del campeonato, se quedó corto en su segundo viaje consecutivo a los playoffs.
Cuando los medios de comunicación le preguntaron dónde estaban los 76ers en su evolución de casi una década, él bromeó: «No me importa un comino el proceso».

En ese momento, el que también se llamó a sí mismo «El Proceso» derribó su propio apodo.
Indudablemente, habrá más playoffs para Embiid, 25 y los 76ers, aunque el reparto y el cuerpo técnico probablemente se someterán a una revisión este verano para llevarlos al siguiente nivel.

Hace mucho que se especula que Brett Brown sería despedido si Philly no llegaba a la final de la conferencia.

Las adquisiciones de mitad de temporada Jimmy Butler y Tobias Harris son agentes libres inminentes. Incluso el compañero del centro, Ben Simmons, ha sido rumoreado de un posible candidato comercial.