Editorial

La antorcha

La  antorcha

La nación conmemora hoy el 55 aniversario del ajusticiamiento de Rafael Leonidas Trujillo Molina, el sátrapa que ejerció durante más de tres décadas una tiranía sin ejemplos, hasta que un grupo de conjurados abatió al dictador la noche del 31 de mayo de 1961, lo que marcó el comienzo del fin de su régimen de oprobios.

El ferviente anhelo de los dominicanos por construir una auténtica democracia pareció materializarse con la celebración de elecciones libres el 20 de diciembre de 1962, pero ese esfuerzo fue malogrado con el derrocamiento del Gobierno constitucional del profesor Juan Bosch, el 25 de septiembre de 1963.

La hiedra de la represión política volvió a desgarrar el alma nacional a través de la instalación de un gobierno golpista y espurio, cuyo legítimo derrocamiento desencadenó, el 24 de abril de 1965, en una insurrección cívico militar en reclamo del retorno a la constitucionalidad, con saldo de miles de muertos y heridos.

Puede decirse que la funesta segunda intervención militar de Estados Unidos, de hace medio siglo, tuvo como causal directo, los bochornosos intentos de grupos de poder conectados con la malograda tiranía, por impedir el nacimiento de la democracia.

El espacio democrático que prevalece en la patria de Duarte, se debe en gran medida a los héroes del 30 de mayo, a los mártires de la Raza Inmortal y a generaciones de patriotas que antes y después de esos episodios históricos también abonaron con su sangre valiosa y generosa los anhelos de libertad del pueblo dominicano.

Los buenos dominicanos recuerdan hoy con gratitud y admiración la empresa patriótica que puso fin a la tiranía de Trujillo, con la cual también se llevó al ánimo y corazón de la sociedad el compromiso de luchar sin descanso por un régimen sustentado en la promoción y garantía de los derechos sociales y políticos de la población.

Los dominicanos de hoy están compelidos a defender la democracia y a esforzarse para que más temprano que tarde, República Dominicana figure entre las naciones del mundo donde prevalece un régimen basado en la libertad y la justicia social.

Una nación agradecida rinde tributo hoy a Modesto Díaz, Salvador Estrella Sadhalá, Antonio de la Maza, Amado García Guerrero, Manuel (Tunti) Cáceres, Juan Tomás Díaz, Roberto Pastoriza, Luis Amiama Tió, Antonio Imbert Barrera, Pedro Livio Cedeño y Huáscar Tejeda, quienes ajusticiaron al tirano y encendieron la llama de la libertad.

El Nacional

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