Un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarle a levantarse.”
Gabriel García Márquez
“Si ayudo a una sola persona a tener esperanza, no habré vivido en vano.”
Martin Luther King
Francisco Camacho, ministro de Deportes, anunció la decisión del organismo que dirige, de remodelar el complejo deportivo de La Barranquita.
También expresó que La Barranquita será un centro de capacitación del Caribe.
Denunció que La Barranquita: “es un cascarón vacío.”.
Y eso es penoso.
Estoy luchando desde 1986 a favor del complejo deportivo de La Barranquita, y no me cansaré, pues conozco la importancia para los moradores de Santiago y otras ciudades aledañas de que ese lugar se encuentre en óptimas condiciones para la recreación, entrenamientos y torneos de las diferentes disciplinas, capacitación de los técnicos y múltiples actividades que en su momento las señalaré.
Todos deben ayudar
En Santiago, son muchos los empresarios amantes del deporte.
Esos empresarios pueden realizar aportes, aunque estoy consciente de la situación económica que vive el país con la pandemia del coronavirus.
Cuando hay voluntad, siempre se puede hacer algo. En la Ciudad Corazón hay muchas personas laboriosas. Existen muchas familias tradicionales, que son conocidas por haber sobresalido en los deportes y sabemos que estarán en primera fila.
La Barranquita tiene sus dolientes en el Cibao y pronto saldrán a la luz pública.
Conozco a muchos empresarios, que siempre han sido colaboradores de las actividades deportivas. Y saben el valor que tiene para la niñez, la juventud, los adultos y envejecientes que ese complejo cuente con todas las herramientas para que la población de Santiago asista allí y se sienta orgullosa.
Abel Martínez
Abel Martínez, alcalde de Santiago, tiene que ofrecerle todo el respaldo a la iniciativa de remodelar La Barranquita.
Estoy convencido de que Abel Martínez, valorará positivamente, los aportes de tener La Barranquita en perfecta condiciones para esos miles y miles de niños y jóvenes de todos los sectores de la ciudad cibaeña.
No son millones
Para que La Barranquita vuelva a recuperar su esplendor de esos días, en los que todos estábamos orgullosos, no hay que aportar millones y millones de pesos. Solamente se requiere tocar diversas puertas: Los que tienen plantas de asfalto, pueden contribuir con el bacheo y el asfaltado de varias calles.
Los que venden puertas y ventanas, cada empresa, podría hacer una donación para las diferentes edificaciones. El marchante que suscribe, apuesta a que muchas personas se van a entusiasmar y comenzarán a aportar.
No podemos dejárselo todo a Francisco Camacho y al Ministerio de Deportes.
No oculto que estoy optimista con el trabajo que se hará en La Barranquita.
Hasta mañana, si Dios quiere, dominicanos