Desde hace años el tránsito en el Distrito Nacional y Santo Domingo viene de caos en caos, con largos taponamientos, y los constantes anuncios de las autoridades de planes de mejoría, que nunca se ejecutan.

Pero en los períodos festivos, entre ellos las navidades, el incremento de las compras en los comercios y plazas agudizan más el desorden y los taponamientos, debido al irrespeto de los conductores con las normas de tránsito y el desinterés de las autoridades por resolver un problema parece eterno.

El congestionamiento en el tránsito comienza con las primeras horas de la mañana, y tras una breve pausa reinicia al mediodía y permanece toda la tarde y parte de la noche.

Posiblemente la salida del personal que trabaja en horas de la mañana, aumenta el flujo de clientes en los comercios, desde mediados de diciembre y se extiende todo el mes.

Este problema se agudiza con los conductores del transporte público, quienes no respetan las leyes de tránsito y toman y dejan pasajeros en cualquier lugar.

En este período no hay calles secundarias o vías importantes que no sean afectadas por largas hileras de vehículos que intentar avanzar bajo un ardiente Sol, y la excesiva contaminación sónica de las bocinas el dióxido de carbono de los vehículos.