María Castillo es la actriz de teatro y directora teatral de mayor calidad en el parnaso del teatro dominicano.

Busca, como ya lo dijo Johan August Strindberg, “los dominios en los cuales se libran las grandes batallas”. Con un gran dominio de la escenotecnia, validada en Licenciatura y Maestría de Dirección Teatral en el Instituto Estatal de Artes Teatrales de Moscú, nos ofrece una formidable mise en scène de “La Casa de Bernarda Alba”, una de las obras cumbres de la dramaturgia española, (intensa y trágica), que explora temas como la opresión, la represión sexual y la lucha por el poder en la sociedad, escrita por el poeta, dramaturgo y prosista español Federico García Lorca, el poeta de mayor influencia y popularidad de la literatura española del Siglo XX. Ya anteriormente habíamos visto un montaje de María Castillo de la misma obra con un reparto de hombres, en vez de mujeres.

En esta ocasión nos adentra, en su formato original, en la que se considera la última de una trilogía de dramas rurales, que incluye también, Bodas de Sangre y Yerma. La nostalgia me remonta a mis años de estudios de teatro en los años 60’s, signados por los grandes montajes de las obras de teatro clásico del Teatro de Bellas Artes, con Niní Germán, Monina Sola, Franklin Domínguez, Marino Hoepelman, Mario Heredia, Salvador Pérez Martínez, Iván García, Rafael Gil Castro, María Cristina Camilo, Zalema Atala, Flor de Bethania Abreu, Angela Herrera, Josefina Gallart, Ana Hilda García, Lucía Castillo, todos de la vieja guardia de actores.

Joseph Caceres
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