El Informe de Desarrollo Humano 2014, del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), advierte sobre la vulnerabilidad económica y social que afecta a más de 200 millones de personas en América Latina en riesgo de caer en la pobreza, un cuadro de angustia regional que incluye a República Dominicana.
Ese sector vulnerable que abarca el 38 por ciento de la población latinoamericana, representa hoy lo que el PNUD define como la “cuarta clase”, porque aún no caen al nivel de pobreza, pero tampoco forman parte de la clase media.
A pesar de que la economía dominicana se ha mantenido en el carril del crecimiento moderado, su clase media disminuyó casi cuatro puntos porcentuales, lo que significa un incremento en la franja de personas en condiciones de vulnerabilidad.
El estudio sobre desarrollo humano en el continente parece repleto de contrastes, pues se afirma que desde 1990 la pobreza se redujo de un 48% a un 28% en 2012, aunque la población vulnerable (con ingresos entre cuatro a diez dólares) también aumentó (de 35% a 38%).
Aunque se admite como gran logro la reducción de la pobreza (ingresos menores a cuatro dólares), el PNUD advierte que la situación podría revertirse a causa de la carencia de protección social, por lo que se requiere “blindar” los sistemas de asistencia estatales.
Otro hallazgo curioso en ese informe se refiere al hecho de que la mitad de los 200 millones de personas que en América Latina integran la “cuarta clase” o población vulnerable, está empleada en actividades productivas formales o informales, pero en franco descenso hacia la pobreza.
Ante tan extraño cuadro de reducción de pobreza, pero de incremento de la población en estado de vulnerabilidad económica y social, se requiere que Gobierno y sector productivo aúnen esfuerzos para, por un lado proteger la integridad de la clase media y por el otro evitar que se revierta la disminución de la exclusión y marginalidad.
Por causa atribuible a una injusta distribución de la riqueza, rentabilidad e ingreso público, en República Dominicana ha quedado instituida la “cuarta clase”, integrada por miles de familias en condiciones de vulnerabilidad, recién desalojadas de la clase media, con altos riesgos de caer en condiciones de pobreza. ¡Ojo, que la vista engaña!