Los avances tecnológicos van revolucionando nuestros paradigmas a una velocidad vertiginosa hasta el punto que nuestro rol en la sociedad, en el mercado laboral y en la toma de decisiones hacen cada vez más importante nuestra innata ventaja ante la inteligencia artificial que es la empatía.
La empatía es nuestra capacidad de comprender de una manera objetiva, racional, justa y humana las emociones y los sentimientos de los demás.
Empátheia, palabra de origen griego que significa emocionado, sentir que nos permite adentramos a ese laberinto del ser humano donde están sus mayores riquezas y potenciales, también sus debilidades y temores ayudándonos a comprender y lograr canalizar sus potenciales. A la vez que nos permite como seres sociales y políticos ayudarnos los unos a los otros tanto en la familia como en la sociedad despertando el altruismo y ejercitando los principios morales y éticos que son inherentes del ser humano, algo que nunca podrá ser suplantado por ningún algoritmo nacido de la tecnología y la inteligencia artificial.
No es la inteligencia artificial la que aportará calidad a la vida, sino en la empatía, que es la capacidad de comprender de manera objetiva, racional y justa las emociones humanas
Siendo el ser humano una criatura social, un animal político tal como lo definiera Aristóteles, ya que se agrupaba en clanes, familias, aldeas, pueblos, ciudades y naciones para ayudarse entre sí y sobrevivir creando para tales fines normas de convivencias entre los individuos como colectividad conciliando así intereses personales y compartiendo metas comunes.
Para el psicólogo estadounidense Daniel Goleman la inteligencia emocional, cuya piedra angular es la empatía , aporta al ser humano inteligencia y habilidad para manejar los sentimientos de los demás logrando mayores resultados en el mercado laboral, nuestras relaciones interpersonales y como sociedad. La tecnología cambiará constantemente nuestras vidas pero lo que verdaderamente nos aportara calidad en la vida es la empatía.