Gente de la televisión se manifiesta preocupada por la manera en que se canaliza, en estos tiempos, la colocación publicitaria.
Aluden al hecho de que los anunciantes han volcado sus presupuestos hacia los llamados influencers y comunicadores de las redes sociales, en desmedro de los medios tradicionales.
Son cambios que se verifican en estos tiempos, como parte de la dinámica que imponen las circunstancias.
Sin embargo, se cuestiona la eficacia de esa tendencia, en función de la capacidad de consumo del blanco de público al que se procura alcanzar.
Para algunos observadores carece de sentido orientar el grueso de la publicidad y promoción hacia jóvenes que no tienen la disponibilidad económica, para generar los niveles deseados de venta de algunos productos que se les anuncian, y que sí están al alcance del público adulto.
Se ejemplariza con el hecho de que muchos jóvenes se pasan una noche de discoteca, con una cerveza caliente, un refresco o una botellita de agua, diferente al consumo que generan los adultos con mayores ingresos.
El tema está en el tapete.
Llueven las quejas de la gente de la televisión que experimentan una disminución de apoyo publicitario en sus programas.